lunes, 30 de septiembre de 2024

INICIO. Guiada Elenes es una reconocida actriz que por años se ha mantenido ausente del mundo, luego de que en un terrible incidente un fanático asesinara a su marido e hija ante sus ojos. Sin embargo eso no ha impedido que gracias a su representante, Roberto Alarcón, ella siga cosechando triunfos artísticos así como reconocimientos, situación que alienta al hombre para confesar su amor con insistencia, siempre siendo rechazado pues la mujer no desea rehacer su vida con nadie. Algo que la protagonista ignora es que alguien le ha seguido la pista durante todo este tiempo en que ha sido vigilada, como si la acechara. Pero, por otra parte, tiene la comprensión y apoyo de sus padres, quienes viven separados desde que ella era muy joven. Con Helena, su madre, comparte la pérdida de sus maridos, aunque de distinta forma, mientras que el padre de Guiada, Esteban, está casado en segundas nupcias con Lidia Sagasta, una mujer intrigante y superficial que no lo ama, pero sigue casada con él para guardar las apariencias. Ambos tienen una hija en común: Constanza, quien creció con su falta de atención y se hizo rebelde y voluntariosa. Ella está casada con Fausto Amenábal, un mujeriego y holgazán que le ha hecho la vida difícil y siempre la compara con su hermana mayor, a la que considera demasiado a comparación de ella, a la que constantemente humilla y maltrata pues no la soporta y se mantiene a su lado por conveniencia, dejándola a merced de sus adicciones y soledad, misma que desahoga con su amigo gay, Jerry Alcázar, que en ocasiones enfrenta al cónyuge de la mujer y solo recibe a cambio ofensas y discriminación.

A pesar de vivir con su madre, Guiada tiene una casa propia en una provincia rodeada por bosques habitados por lobos y una incesante niebla. Este sitio está a cargo de Yolanda Peláez y su hijo Juan José, quien creció con el cariño de la actriz y se convirtió en su más humilde siervo, situación por la que cuida de su casa aunque desde hace años ella no la habita ni visita, situación por la que vive nostálgico. Esto preocupa a Yolanda, quien sabe lo que su hijo en realidad siente por la mujer, razón por la que lo aconseja para que se olvide de ella y se dé una oportunidad con Margarita, la chica que siempre ha estado enamorada de él. El muchacho sin embargo desahoga con su gran amigo, Quetzal, el no sentir nada por la chica, al menos que vaya más allá de un cariño de hermanos, puesto que se conocen desde que eran niños. Quetzal habla con la chica y la alienta para que por un tiempo se olvide de Juan José, pero Margarita lo ama demasiado.

El prestigioso doctor Manuel Negrete ha regresado de dar conferencias en Estados Unidos y da una gran sorpresa a Sara Vega de Iturbe, su madrina, misma que cuidó de él desde que quedó huérfano. Él pregunta por su esposa, Ivonne Badiola, pero Sara no sabe darle razón. Y es que Ivonne se encuentra en Acapulco, divirtiéndose con amigos, sobre todo con su amante, el sensual Oscar Ferrer, con quien se burla del marido, del que dice estar aburrida, pues ella quiere vivir la vida y el otro se ha empeñado en que tengan hijos, desde hace años, engañándolo al decirle que es estéril, pues no desea convertirse en madre. Es interrumpida por el marido, quien la llama para saber dónde se encuentra. Ella finge estar muy mal en casa de una amiga y promete llegar a casa pronto. Sin embargo Manuel se ha dado cuenta de que está alcoholizada y al colgar el teléfono revela a Sara estar cansado de la situación, así como estar convencido de que la esposa no lo ama y en realidad se casó por él por compromiso o costumbre, mas no por amor.

Luego de una representación teatral, Guiada tiene una discusión con Roberto, quien la besa delante de la gente y revela estar enamorado de ella. Discuten y la mujer deja muy claro que nunca le corresponderá pues solamente puede verlo como un amigo. 
Acude en busca de Helena para marcharse del lugar y al dirigirse a su casa sufren un atentado cuando intentan secuestrarla. Su chofer pierde el control del vehículo y se vuelca varias veces hasta que, al arrastrarse, se estampa contra los escaparates de una boutique, impactando también otro auto, del que desciende el conductor, el apuesto Damián Mendiola, quien acude a socorrer a las otras víctimas, descubriendo que el chofer está muerto y que Guiada y Helena se encuentran inconscientes. Llama a una ambulancia, reporta lo sucedido y las acompaña al hospital, donde Helena reacciona pero no así su hija, la cual se encuentra en terapia intensiva, desesperando no solo a su familia, sino a Roberto, el cual busca al extraño que presenció todo e intenta indemnizarlo pero este rechaza el dinero. El representante se desahoga con Jerry, quien le cuenta de la situación marital de Constanza, de la cual el primero no tiene una buena impresión y considera que se merece el marido que tiene, puesto que siempre ha sido caprichosa y odiosa. Jerry sin embargo siente pena con su gran amiga, a quien Lidia revela esperar que Guiada muera para que solo ellas se beneficien en el testamento de Esteban, quien las escucha y finge no haberlo hecho para entonces discutir con su hija menor, a la que pone un ultimátum para que su marido se ponga a trabajar o de lo contrario los echará a ambos a la calle. De esto, Lidia pone al tanto al hombre, con el que tiene un romance con él a espaldas de su hija, a quien ella en realidad considera una estúpida. Fausto asegura estar harto de su situación marital y la mujer le suplica que resista, pues solo de esa forma ellos pueden seguir estando cerca y amarse.

Manuel discute con Ivonne, la cual dice estar cansada de que él solo la quiera tener como mujer de su hogar y no la deje divertirse. Discuten a tal grado que ella amenaza con quitarse la vida, situación que preocupa al hombre, al que Sara hace saber que su mujer necesita terapia y, además, él debe apartarse de ella, pues no debe olvidar que hace años intentó quitarse la vida, causando esto la pérdida del hijo que esperaban. Por su parte ella se desahoga con Oscar, el cual le propone que huyan juntos, donde ya nada ni nadie pueda separarlos, dejándole entre ver que pueden robarle a Manuel y vivir con su dinero por un tiempo. En un momento de desesperación, ella acepta y roba al marido una cuantiosa cantidad que entrega al amante, el cual la traiciona y se marcha sin ella, con todo el dinero. Esto afecta mucho más a la mujer, que se siente perdida.

Juan José se siente desesperado por la situación de Guiada y arma en zafarrancho en el hospital por lo que Esteban lo corre y le exige que no olvide quién es, por lo que no tiene ningún derecho a reclamar nada. El chico se desahoga con Quetzal y Margarita, quien a su vez sufre por el rechazo de este y dice al otro amigo sentirse desesperada. Quetzal se atreve a besarla en un arranque desesperado y ella lo abofetea para luego rechazarlo. Él la entera de que Juan José nunca la amará como espera, puesto que él está enamorado de otra mujer. La muchacha le suplica que le diga de quién, mas Quetzal calla.

Fausto se entretiene en bares y villares con su amigo Aarón Encinas, quien lo presenta con Ángela Luján, una sensual mujer que le hace demasiadas preguntas sobre la familia Elenes y la cual se muestra interesada en ser la amante del hombre, al que se lleva a la cama para sacarle más información. Esto lo descubre Juan José, al cual la chica ha intentado seducir por mucho tiempo, sin éxito, convencida de que él es algo más que un criado para los Elenes. Juan José la rechaza de nueva cuenta y le reprocha el meterse con un casado y entonces Ángela le confiesa que hará lo que esté en sus manos para ser millonaria.
Se lo dice a su abuela, Berta, una vieja cínica y cruel que solo se ríe de ella y le aconseja que en vez de soñar haga algo de provecho y deje de seguir los pasos de su madre, pues corre el riesgo de terminar como ella. La chica cuestiona a la abuela sobre su desprecio y dureza. La anciana asegura no quererla por ser el producto de los sueños de grandeza y desilusiones de su progenitora.

Lidia trata de incomodar a Helena en todo momento y esta la evita a toda costa pues no la tolera. Sin embargo la ahora esposa de Esteban busca la manera de escupir veneno y hacer insinuaciones pues cree que la ex del hombre sigue enamorada de este. Helena lo resiste y en la menor oportunidad le pide que no tema, pues ya no ama al ex y jamás se rebajaría a pelear por un hombre y arrebatárselo a otra, tal y como Lidia hizo en el pasado. Le insinúa que es una golfa, enfureciéndola.

Constanza ha quedado asombrada por el atractivo y buen porte de Damián y se lo hace saber a Jerry, quien la alienta para que encuentre una nueva ilusión y por fin se divorcie de Fausto. La mujer, emocionada, coquetea con el hombre sin que este logre mostrar interés en ella, pues solo desea poder ver a Guiada. Sin embargo Constanza se muestra muy interesada en él y cuando Esteban se da cuenta de esto, pide a Lidia que intervenga, mientras que él pide al desconocido que no se preocupe más por Guiada y se retire, pues lo que le suceda es asunto completamente familiar. Damián acepta, pero no baja la guardia ya que se sigue informando a distancia para poder verla pero Roberto no se aparta un solo momento de la mujer, impidiendo a toda costa que esta sea visitada por el hombre, el cual insiste hasta conseguir verla. Justo en ese momento Guiada despierta y queda asombrada al verlo ante ella, pues piensa que es un ángel. Helena y Esteban le hacen saber que está a salvo gracias al hombre, el cual se ha preocupado por ella todo el tiempo. Es así que Guiada decide agradecer a Damián, quien la invita a cenar cuando es dada de alta. Roberto intenta convencer a la mujer para que se resista pero esta, cansada de que el representante quiera manejarle la vida, decide aceptar gracias a los consejos de Helena y Pilar Garduño, la fiel sirvienta de la madre, quienes la convencen de que quizás la vida y el amor le están brindando una nueva oportunidad.

Esteban cuenta a su gran amigo Octavio Malcón el deseo que tiene de dejar su herencia únicamente a Guiada, pues teme a que Lidia y Constanza, se la terminen en un santiamén. Esteban calla cuando su gran amigo le pregunta si alguna vez revelará a su hija mayor las verdaderas causas de la muerte de su marido, al que el hombre siempre consideró un arribista que solo quería beneficiarse de su fortuna, tal como lo está haciendo Fausto. El patriarca se siente mal por la situación de Guiada y cree que él ha tenido demasiada responsabilidad en su infelicidad, pues en un intento por deshacerse de su difunto marido también le arrebató a su hija.

Manuel propone a Ivonne que consulte a un psiquiatra nuevamente pues la nota afectada. La mujer se opone y continúa haciendo vida de soltera. Culpa a Manuel de ser el responsable de la muerte de su hijo. Sara interviene para poner en su lugar a la mujer, a la que acusa de ser una sociópata que se vale de la victimización para hacer sentir culpable al marido, que prefiere pasar más tiempo en el hospital y en casa de sus grandes amigos y colegas, Rogelio Orellana y Patricia Valencia, un matrimonio que lo apoya y que considera que Ivonne lo utiliza, sobre todo Patricia, quien es psiquiatra y busca a la mujer para brindarle ayuda. Esta sin embargo rechaza la propuesta y ofende a la mujer.

Juan José le cuenta a Margarita sobre la relación entre Fausto y Ángela y le pide discreción pues ella trabaja en casa de Esteban. Sin embargo la chica es indiscreta y se lo cu
enta todo a Yolanda, quien pide a su hijo que no se meta en los asuntos de esa familia. En el hospital se topan Lidia, la cual insulta y ridiculiza a Yolanda dante la gente. Juan José defiende a su madre pero Lidia insiste en que la sirvienta es una cualquiera que siempre le ha querido robar al marido. Interviene Helena, quien no entiende como Lidia puede ser tan imprudente y venenosa. Cuando Lidia grita que Yolanda siempre le ha querido robar al marido, queda impactada pues Helena le asegura que la única cualquiera y roba maridos es ella. La enfrenta, con dureza, ofendiéndola. La madre de Guiada sin embargo se mantiene firme en su posición y le aconseja que no se de baños de pureza ni se haga la ofendida, pues ambas son adultas y saben de qué pie cojean.

Yolanda llora inconsolable pues teme a que la gente nunca pueda olvidar el ayer. Se desahoga con Pilar, quien asegura que ni ella ni su hijo son responsables de lo ocurrido en el pasado. Juan José aparece y lleno de rabia le exige a su madre que le diga la verdad .Ella le suplica que no la atormente y lo cachetea cuando él le pregunta si Lidia dijo la verdad.

Guiada y Damián salen a cenar, al teatro, la ópera y museos, convirtiéndose estas salidas más frecuentes hasta que él besa a la mujer, quien ante su galantería y seducción se deja llevar para luego contarles a Helena y Pilar, quienes saltan de alegría y la felicitan. Guiada confiesa no sentir miedo al amor luego de muchos años y alentada por Roberto para continuar con sus compromisos, vuelve a dar una función a la que acude Damián, el cuál la sorprende cuando delante de toda la gente sube a besarla al escenario y de rodillas le pide que sea su esposa, emocionándola tanto como a Helena, quien a lo lejos le pide que acepte. Guiada acepta entonces ser la esposa del hombre, quien promete hacerla feliz. Esto rompe el corazón a Roberto, quien reprocha a la mujer el no haberle correspondido a él, que durante años ha velado por ella. Discuten y cuando él insulta a Guiada, ella lo abofetea. El hombre se desahoga con Jerry, el cual le confiesa que eso que siente por Guiada es lo mismo que por años él ha siendo hacia él, dejándole entre ver que está enamorado. Roberto le deja claro que entre ellos no puede existir nada, pues su bisexualidad es solo carnal pero en realidad ha amado a Guiada desde siempre.

Jerry descubre a Fausto maltratando a Constanza, quien de nueva cuenta sufre un aborto que la entristece pues tiene deseos de convertirse en madre. La mujer está convencida de que Fausto la engaña y se lo dice a Lidia, quien solo se burla de ella y la acusa de estar loca. Pero la hija está decidida a dar con la amante de su marido, al que pronto sorprende divirtiéndose con Aarón y Ángela, a la que el cónyuge besa, por lo que la enfurecida esposa se abalanza contra ella, para desgreñarla. Cuando el matrimonio pelea en casa y son escuchados por Esteban, a quien Octavio ha enterado de lo sucedido, el hombre pide tanto a su hija como a su yerno que se marchen. Sin embargo Lidia intercede por ellos y discute con el cónyuge, al que reprocha seguir amando a Helena y querer a Guiada más de lo que quiere a Constanza. Esteban, harto de los chantajes de su mujer, le revela que en verdad se arrepiente de haberse separado de su primera esposa para casarse con ella, que no le llega a los talones y solo lo ha hecho infeliz, pues a partir de su unión legal la mujer solo ha mostrado frialdad y gran desinterés en él. Esto hiere de sobremanera a la villana, quien maldice al hombre y más aún a Helena, a la que le desea lo peor. 
Busca a Fausto para desahogarse y luego de hacer el amor con él lo cuestiona sobre Ángela. Él le asegura que esa mujer no significa nada y calla cuando Lidia le jura que si se entera de que la está engañando no dudará en arruinarlo.

Patricia asegura a Rogelio que Ivonne tiene problemas mas no desea acercarse a ella ya que no simpatizan. El hombre habla con Manuel, que insinúa a la esposa que quizás lo mejor para ambos sea divorciarse. Ella llora, le suplica que no la deje, pero a solas lo maldice y jura que nunca lo dejará en libertad, pues si ella no es feliz, él tampoco lo será. Luego tiene una discusión con Sara, la cual desea acudir a una función de Guiada y alienta a Manuel para que la acompañe. Este acepta pero justo esa noche Ivonne sufre un accidente al convulsionarse, borracha, dentro del baño de un bar, situación por la que es internada en una clínica de rehabilitación y, alentado por Rogelio y Patricia, Manuel toma la decisión de divorciarse, apoyado por Sara.

Quetzal asegura a Juan José que Margarita lo traicionará tarde o temprano, pes el amor que siente por él puede volcarse en odio y desprecio y buscará la manera de vengarse. El amigo sin embargo confía en que la chica también lo quiere como hermano y nunca hará nada que pueda lastimarlo.

Helena recuerda el gran amor que Octavio siempre le tuvo y cómo tuvo que alejarse de él por las intrigas de su familia, hasta un irse a Esteban, quien la engañó con Lidia y terminó por dejarla para poderse casar nuevamente. Se siente mal repentinamente y Pilar le aconseja que visite a un médico pero la mujer asegura que todo está bien.

Roberto y Damián tienen un enfrentamiento ante Guiada, quien harta del rechazo del representante, hacia su enamorado, decide prescindir de él y le anuncia que se casará con Damián a finales de mes. Roberto, herido, asegura a Guiada que tarde o temprano se arrepentirá de su decisión. La mujer sin embargo siente alivio de no tener más presiones y vive con intensidad la pasión que siente por Damián, quien se ha ganado a Helena y Pilar, las cuales se sienten hasta protegidas, con él.

Jerry se sorprende cuando al intentar desahogar con Constanza sus sentimientos hacia Roberto y lo mucho que lo ha amado durante años, esta se muestra indiferente y le demuestra su verdadera cara al intentar hacerle ver que es muy poca cosa para el representante, así como para cualquier hombre que en realidad valga la pena. El gay no lo puede creer y recuerda a la mujer cuanto la ha apoyado en su relación con Fausto. Ella comienza una pelea y termina corriendo al amigo de su casa. Aparece el marido para apoyarla y correr al homosexual, que se decepciona y cuenta a Jerry lo ocurrido. Este le asegura que Ivonne en realidad no es buena y que Fausto es justo lo que ella merece. Alienta al gay para que no decaiga ni crea en sus palabras y lo presenta con Sebastián Dupeyrón, un apuesto actor con quien el ofendido termina acostándose, naciendo entre ellos una fuerte atracción, por lo que comienzan un idilio amoroso que el actor esconde, pues no es conveniente para su carrera que se sepan sus preferencias.

Esteban descubre que Lidia le esconde algo pues escucha que hace una reservación en un hotel al que acude para sorprenderla pero nunca la ve entrar o salir. Habla de esto con Octavio, el cual le aconseja que se separe de su mujer ya, pues quizás solo está buscando un pretexto para hacerlo. 
Cuando Esteban plantea a Lidia el separarse, ella le jura que antes que eso suceda lo matará. El hombre acude a hablar con Helena, a la que cuenta sus problemas con Lidia. Ella cree que finalmente el ex marido está recibiendo lo que merece, como pago a todas sus equivocaciones. También lo entera del compromiso nupcial de Guiada, a la que él felicita, pues Damián se ganó su confianza desde el primer momento. Sin embargo Roberto no cree en el futuro marido de la actriz y pide a Ia madre de esta que hagan ver a la mujer que está cometiendo un error. Helena sin embargo considera que el representante se está dejando llevar por los celos y considera que ya es tiempo de que su hija sea feliz.

Margarita pide a Yolanda que la ayude a conquistar a Juan José, pues ya no puede más con lo que siente. La madre del muchacho le dice cuanto desearía que ella se casar con su hijo, pues es una buena muchacha, mas no puede mandar en el corazón de este. Le aconseja que busque distraerse con otros chicos, como Quetzal, pero la chica se resiste y pide a la mujer que le diga de quién está enamorado su vástago, sorprendiéndola. Más tarde Yolanda pregunta esto a Juan José si Guiada es la mujer de sus sueños. Él sabe que ha sido Margarita quien sembró sospechas en su progenitora, por lo que se lo reprocha y le deja claro que no la puede mar como ella desea. En un arranque, la muchacha decide quitarse la vida, pues no puede más con lo que siente. Es descubierta por Quetzal, quien la pone a salvo y le asegura que, si ella le da la oportunidad, él puede demostrarle que Juan José no es el único hombre sobre la tierra. La besa y ella le corresponde.

NOVIEMBRE 2024. Ivonne tiene un enfrentamiento con Patricia, lo que ocasiona que tenga una discusión con Manuel, al que culpa de todo lo que ha vivido desde que perdieron al hijo que esperaban. Él intenta hacerle comprender que está equivocada y que han sido sus excesos la causa de todos sus fracasos como matrimonio. Le suplica que entienda que ambos se han hecho mucho daño, que merecen ser felices y que para ello deben separarse. Ella le jura que jamás le dará su libertad, pues debe pagar por lo que le ha hecho. Harto de la situación, él le anuncia que ha comenzado los trámites del divorcio y ella no hace más que reírse de él para luego dejarse llevar por la ira y maldecirlo delante de toda la gente en la clínica. Manuel se marcha y en su auto llora invadido por la frustración, mientras que Ivonne acude a Patricia y Rogelio, a los que acusa de haber influenciado en su marido para que tomara la decisión de dejarla. Los maldice y se altera cuando Patricia le dice estar segura de que necesita ayuda y la acusa de ser una sociópata. La enloquecida Ivonne vuelve a casa y rompe todo a su paso, llenando de miedo a Sara.

Damián culmina unos negocios con su socio y cómplice: Víctor Allende, al que invita a su boda y presume que se casará con una mujer hermosa y sensible, inigualable. Luego el prometido busca a Guiada y se cruza con Esteban, con quien decide hablar formalmente así como con Helena, a los que promete que cuidará de su hija como a nadie.

Helena hace una visita a su antigua casa, siendo recibida con alegría por Yolanda y Juan José, al cual se le rompe el corazón al saber que la mujer a la que por años ha esperado se casará. El chico se desahoga con su madre, quien le pide que no se obsesione y entienda que Guiada es mucho mayor que él y solo puede verlo como un hermano. El muchacho sin embargo se niega a aceptarlo y trata con recelo a la actriz, quien en parte entiende lo que le pasa y le asegura necesitar de él. 
Llama a Damián, el cual llega al lugar y es presentado con el servicio pero su ahora empleado lo trata con indiferencia. Este sin embargo le propone al muchacho que sean amigos, pero ante su negativa comienza a sospechar de lo que siente por Guiada, quien a su vez pide a Constanza que intenten estar unidas y forme parte de su vida y los preparativos de su boda. Esta, envidiosa, acepta con la única intención de estar cerca de Damián y amargarle la vida a su hermana, a la que le cuenta de sus problemas con Fausto y de una golfa que se ha metido entre ellos. Luego se encuentra con Jerry, al que pide ayuda para amargarle la vida a la amante de su marido. Este le recuerda que todo entre ellos quedó claro y le presenta a Sebastián, para luego decirle que se equivocó, pues él es capaz de estar con cualquier hombre que merezca la pena, a diferencia de ella, que ama a alguien que solo está a su lado por dinero y estatus.

Víctor conoce a Nubia Zárate, una chica exuberante que lo ha enloquecido con su sensualidad. Ella lo invita a salir con una amiga y él convence a Damián que lo acompañe, como despedida de soltero. Este acude al lugar y conoce a la amiga de Nubia, que no es otra que Ángela, la cual de inmediato se siente atraída a él e intenta seducirlo. Al saber que está comprometido dice no ser celosa e intenta besarlo, pero ante el rechazo del hombre se desahoga con Fausto, al que Damián reconoce cuando lo ve a lo lejos. Luego este acude a casa de Helena y descubre que alguien vigila el lugar por lo que persigue a esta persona en su auto pero quién vigila logra escapar. Hace saber esto a Helena, quien teme a que le quieran robar y toma medidas contratando seguridad. Por su parte Pilar tiene terribles sospechas, mismas que calla para no preocupar a nadie.

Rogelio debe hacer guardia en el hospital y esto lo aprovecha Patricia para adelantar trabajo en casa, donde la intriga y el miedo se apoderan de ella cuando se da cuenta de que alguien ha penetrado al lugar. Decide indagar, tomando un cuchillo para defenderse. Pronto alguien la sorprende por la espalda y la asfixia con una bolsa de nylon. El cuerpo de la occisa es encontrado por Rogelio, quien sufre por la pérdida lo mismo que Manuel, el cual considera que lo mejor que podría hacer es volver al extranjero, por una larga temporada. Se lo hace saber a Sara, la cual lamenta que su ahijado sea infeliz, pues creyó que al casarse con Ivonne sería completamente dichoso. Este vuelve a tener una pelea con la esposa, la cual dice alegrarse de que Patricia esté muerta y desear que todos los que le han hecho daño tengan el mismo destino.

Lidia no está de acuerdo en que Constanza se involucre en la boda de Guiada pero Esteban sí y por eso muestra gratitud a su hija menor, quien no se separa de su hermana durante los preparativos y busca la oportunidad de atrapar a Damián, quien la rechaza en todo momento, hasta final de mes, cuando él y Guiada se casan llenando de dicha a sus seres queridos. Es en esa boda que, al acudir a dar un paseo por el jardín del lugar, Yolanda descubre que Lidia y Fausto son amantes, pues los ve fornicando. Cree que tiene la obligación de decirle la verdad a Esteban y Helena la nota nerviosa, mas la mujer prefiere callar y guardar ese secreto.

Ángela lee la nota de la boda de Guiada y Damián y lamenta que ella no tenga la misma suerte. Esto lo aprovecha Berta para molestarla y aconsejarle que acepte el trabajo de enfermera que le ha conseguido con sus contactos, pues no tienen dinero y quizás un día pueda asistir a un apuesto millonario y su vida de miseria cambiaría.

Helena no es la única que ha descubierto la relación entre Fausto y Lidia, pues también por accidente Jerry ha visto a los amantes fornicar y no quita la mirada de Fausto, al que intimida más tarde cuando delante de Constanza y Sebastián habla de hombres que han sido infieles a sus esposas con las propias suegras. Debido al calor de los ánimos, el alcohol en las bebidas y las insinuaciones, Fausto arma una escena al amigo de su esposa, al que intenta golpear, mas Sebastián interviene. La pareja de homosexuales se marcha y Constanza discute con el marido, quien le dice estar harto de ella. Luego busca a Jerry, al que exige que le diga qué es lo que intentaba insinuar. Este le dice estar al tanto de su relación con Lidia y estar más que decidido a hablar con Esteban. Sin embargo Fausto no está dispuesto a permitirlo y tras estar con él llama a uno de sus contactos para dar la orden de ejecutarlo. Jerry es asesinado a sangre fría mientras conduce su auto, pues le disparan en el alto de un semáforo. Su muerte horroriza a todos, sobre todo a Constanza, a quien Fausto asegura que nadie lamenta la muerte de un depravado.

Sara busca a Octavio, quien es viejo amigo suyo, para pedirle que ayude a Manuel en el proceso de su divorcio. El hombre, que es influyente, logra que Manuel y Ivonne queden divorciados y cuando la mujer se entera de que ya no es la esposa del hombre, pide verlo por última vez, dentro del centro de rehabilitación. Allí, con frialdad y orgullo deja entre ver al ahora ex cónyuge que ella asesinó a Patricia. Él la sacude, la acusa de estar loca y la mujer no hace más que victimizarse, por lo que él es echado del lugar, donde ella decide suicidarse, cortándose el cuello y las muñecas. Su muerte no causa más que alivio a Manuel, el cual cree que no es correcto sentirse así por la pérdida y le cuenta a Rogelio lo que ahora sabe. El amigo sufre pues Patricia solo deseaba ayudar a Ivonne. Toma distancia de Manuel, quien se refugia en Sara, quien le pide que se de tiempo. Es así que ambos emprenden un viaje al extranjero, pues él está dispuesto a olvidar el pasado.

Margarita decide darle una oportunidad a Quetzal con el fin de olvidarse de Juan José, con la única condición de que nadie sepa de su romance, pues en el fondo la muchacha todavía tiene esperanzas con el amor de su vida y esto lo sabe Yolanda, quien también sabe que le oculta algo e intenta investigar con Quetzal, el cual no le dice nada.

Durante su luna de miel, Guiada vuelve a sentirse mujer y agradece a Damián el llenarla de dicha. No sospecha que la estén vigilando a lo lejos, y que su marido lo sabe, razón por la que este constantemente mira a través de las ventanas, hacia el exterior.

UN AÑO DESPUÉS: Guiada comienza a prepararse para regresar a los escenarios, situación que la ha acercado más a Roberto, despertando esto los celos de Damián, con quien discute constantemente. Ella comienza una gira de un mes y por esta razón él decide pasar tiempo en La Luna, donde es acompañado por Víctor, el cual ha notado que Juan José trata con desprecio al hombre, mismo que deja claro al muchacho que él es su patrón y le debe respeto. El empleado asegura que él solo está al servicio de Guiada y entonces Damián habla con Yolanda, a la que dice que si ella y su hijo no están de acuerdo con su presencia entonces deberán irse. Víctor calma a su amigo y ambos salen a divertirse. Es en un bar donde Damián se reencuentra con Ángela, quien lo seduce y al escuchar que él está harto de la carrera de su mujer ella se lo lleva a la cama, dándose cuenta de esto Juan José, quien no deja de vigilar al hombre puesto que no confía en él y está convencido de que esconde algo turbio.

Fausto y Lidia han intensificado su relación, misma que es descubierta por Margarita, a quien la mujer amenaza con echar a la calle y destruir a Yolanda y Juan José si dice una sola palabra de lo que sabe. La chica decide callar pero se porta nerviosa ante Constanza y Esteban, quien no entiende lo que le pasa.

Guiada revela a Roberto que ha comenzado a tener problemas con Damián pues este no comprende su carrera y vive angustiado de que algo le pase, convencido de que quieren hacerle daño. Roberto cree que esto es absurdo y plantea a la actriz que quizás cometió un error casándose con un hombre del que poco conocía. Pero Guiada en verdad lo ama y considera abandonar su carrera artística para pasar tiempo con él.

Ángela está convencida de que su suerte cambiará y se convertirá en una mujer millonaria, además de que se siente muy atraída a Damián. Le cuenta esto a Nubia, a la que aconseja que comprometa a Víctor y así las vidas de ambas cambien. Pero Berta duda que su nieta pueda cambiar y la acusa de ser mala, escoria de la sociedad. Sabe lo ambiciosa que es su nieta, a la que asegura que sin trabajo jamás conseguirá lo que se propone. Ángela ofende a la anciana, pues está harta de ella y de sus palabras. Berta la contempla con serenidad y dice estar convencida de que la chica terminará mal mientras siga calentándoles la cama a turistas por unos cuantos pesos, tal como lo hacía su mamá. Furiosa, Ángela asegura que su madre no era ninguna golfa y entonces Berta se ríe de ella para preguntarle por qué entonces la abandonó con ella y su padre y se largó sin más a seguir buscando placer en las calles.

Manuel y Sara regresan al país luego de un año de viajes y él se toma un tiempo para visitar la tumba de Ivonne y despedirse definitivamente de ella, para luego encontrarse con Octavio y agradecerle, al igual que su madrina, el haberlo ayudado. El médico se ha dado cuenta de que a Sara no le es indiferente el abogado, por lo que la alienta para que intente rehacer su vida. Sin embargo la mujer cree que es demasiado tarde para eso.

Yolanda se presenta ante Esteban, al que asegura que no permitirá más insultos por parte de Lidia, la cual debería saber la verdad sobre la paternidad de Juan José. Esteban no está dispuesto a que eso se sepa pero la mujer advierte que si Lidia insiste en juzgarla y ridiculizarla ante la gente, entonces todo se sabrá.

Margarita ha terminado su relación con Quetzal luego de que han sido descubiertos por Juan José, a quien ella le habla de lo que siente por él y es rechazada. El chico le pide perdón por no corresponderle y le asegura estar enamorado de otra mujer. Ella se entera por Quetzal que se trata de Guiada, por lo que le aconseja a su gran amor que no sea iluso, pues una mujer como esa jamás pondría los ojos, y mucho menos el corazón, en un pobre criado como él. Con esto, Juan José le deja claro que jamás querrá nada con ella y rompe su amistad con Quetzal, pues no solo le ocultó el romance con la chica, sino que le ha contado lo que él le ha contado como amigo.

Damián hace una escena de celos a Guiada cuando la encuentra en brazos de Roberto, desahogándose. El matrimonio discute y luego de forcejear en casa ella decide salir a toda prisa en su auto, teniendo un grave accidente que la lleva de regreso al hospital, donde se sorprende al reaccionar y darse cuenta de que no puede ver. Luego de varios estudios se le informa que ha quedado ciega y esto hace que Damián se sienta culpable, además que Roberto no deja de señalarlo. 
Sin embargo Guiada pide a su marido que no se culpe, aparentando ser fuerte, pero ante Helena y Pilar se desahoga pues tiene terror a lo que le espera ahora que es incapaz de valerse por sí misma. Helena le recuerda los juegos que hacía con su primer marido en la casa en la niebla, como la conocen, la cual conoce del todo y en la cual podría moverse en plena oscuridad, por lo que le aconseja que vuelva. Es así que Guiada se despide temporalmente de los escenarios, y de Roberto, para regresar permanentemente a Puerto Vallarta, al lado de su marido y de su madre. El doctor recomienda una enfermera que llegará a La luna. Cuál es la sorpresa de Damián cuando la mujer que llega es nada más y nada menos que Ángela, quien se muestra compasiva con Guiada, mientras coquetea, ante ella con su marido, sin percatarse de que Juan José se encuentra muy cerca, vigilándolos.

Octavio habla a Esteban sobre el reconocido Manuel Negrete, un especialista que podría regresarle la vista a Guiada. El preocupado padre intenta hablar con su hija de esta oportunidad pero ella solo quiere estar al lado de Damián, resignada a su ceguera.

Yolanda habla del pasado con Helena, quien le asegura que si no revela a Juan José el gran secreto que le ha guardado, le hará todavía más daño. La mujer llora y revela que Esteban jamás le perdonaría que revelara que el muchacho en realidad es un Elenes. Sin embargo Helena considera que se debe saber la verdad, aunque al ex marido le pueda más el orgullo y el renombre de su familia, sobre todo porque el amor que Juan José siente hacia Guiada no puede ser y no solo por la diferencia de edades, sino porque en ellos corre la misma sangre.

Berta está convencida de que Ángela se trae algo entre manos y lo piensa averiguar, por lo que hace una visita a Guiada, a la que le cuenta su experiencia como enfermera y luego de decir que está retirada menciona que Ángela, su nieta, es una novata, por lo que debe tenerle paciencia y cuidarse de ella. Ángela aparece en ese momento y sale con su abuela a la calle, donde discuten y la echa sin más. Berta asegura a la muchacha que todos descubrirán sus intenciones. Las ha escuchado Quetzal.

Constanza se desahoga con Aarón, al que cuenta lo mal que está su matrimonio con Fausto y cómo llevan una vida difícil desde que Esteban los echó de su casa. Aarón intenta besarla y ella lo rechaza y abofetea para ir en busca de su marido, quien se encuentra consolando a Lidia, la cual no perdona que Esteban siga prefiriendo a Helena, a quien el hombre revela que se arrepiente de haberla dejado.

Damián intenta alentar a Guiada para que recobre la alegría y se someta a más estudios que le devuelvan la vista. Ella se opone y le pide que solo la ame. Damián le hace el amor y se sorprende cuando a la habitación entra Ángela, quien se desnuda ante él y sin que la ciega pueda notar su presencia. Damián sale de inmediato y con él se lleva a la atrevida enfermera, a la que pide que se comporte pero ella asegura no poder resistirse más a él. Le pide que la visite durante la noche y él lo hace. Hacen el amor como bestias insaciables.

Helena visita a Esteban, con quien se desahoga por lo sucedido a su hija y esto causa molestia en Lidia, la cual hace insinuaciones a la ex mujer de su marido, el cual la calla alzando la voz y le asegura que él y Helena siempre estarán unidos por su hija. Lidia se marcha y Helena cuenta al hombre del amor que Juan José siente por Guiada, por lo que él debe saber la verdad de su origen. 
Esteban se opone rotundamente y asegura que el chico jamás sabrá que él es un Elenes. Accidentalmente son escuchados por Margarita, la cual habla con el chico e intenta decirle algo pero Yolanda lo evita y habla a solas con la muchacha, quien le dice saber la verdad y estar dispuesta a hablar. Yolanda le pide que no intervenga si en realidad ama a Juan José.

Margarita intenta reconciliar su amistad con Juan José, al que revela que Fausto y Lidia son amantes. Los escucha Yolanda, la cual no puede creer los límites a los que esa mujer ha llegado. Luego consuela a la muchacha, cuando esta llora al decirle que ama demasiado a su hijo y le confiesa que hace un año se quiso matar y Quetzal la salvó, razón por la que dio a este una oportunidad, aunque su relación no funcionó.

Yolanda acude a su madre, Eloísa, una mujer religiosa, dura y rencorosa que no le perdona el haber dado un mal paso. La hija le dice vivir atormentada por no poderle decir la verdad a su hijo, a quien la abuela considera un bastardo indigno al que desprecia y se niega a aceptar. Asegura a la hija que nunca le tenderá su mano y le desea que su sufrimiento sea largo, pues de esa manera pagará la penitencia de su pecado. Yolanda le pide perdón de rodillas y la mujer le asegura que solo Dios puede perdonarla, mas ella nunca, ya que llenó de vergüenza a su familia.

Helena se asombra cuando entre su correspondencia aparece una nota que le advierte que Guiada debe tener cuidado pues está corriendo grave peligro. De inmediato se pone en contacto con Octavio, quien le pide que no diga nada a la mujer y la lleva ante Manuel, al que piden ayuda para devolverle la vista. Este los acompaña a hacerle una visita en la casa en la niebla y se sorprende con su belleza. La mujer no tiene más opción que dejarse hacer una revisión mientras que Ángela y Damián intercambian miradas para luego salir del lugar y encontrarse a solas en el cuarto de lavado, donde hacen el amor.

Fausto y Constanza discuten y cuando ella lo acusa de ser un mantenido y bueno para nada él pierde los estribos y la abofetea. Ella llora inconsolable y es descubierta por Esteban, el cual le pide que le diga qué es lo que sucede. Constanza le cuenta lo ocurrido y él de inmediato sale en busca de Fausto, al que abofetea y asegura que no permitirá que vuelva a tocar a su hija, a la que pide que se quede a vivir con él y Lidia, la cual aboga por el golpeador. Esta vez Esteban se opone rotundamente a los deseos de su mujer, a la que pregunta por qué actúa como si prefiriera al yerno más que a su hija, insinuando que Lidia le ama. Ella calla y sale de casa para encontrarse con su amante, al que promete que nunca le faltará nada. Fausto le dice que ha sido un infierno casarse con Constanza solo para que ellos puedan estar juntos. Lidia lo besa y le asegura que a ella no se le ocurrió mejor cosa para tenerlo durmiendo bajo su mismo techo, pues no puede vivir sin él.

DICIEMBRE 2024. Quetzal dice a Ángela saber sus secretos así como sus intenciones para lograr todos sus ambiciosos planes. Le exige dinero y ella promete dárselo. Lo cita a las afueras de la ciudad, en una noche en que la niebla es exagerada. Le entrega el dinero que este le exigió y cuando él trata de propasarse carnalmente con ella, la mujer se defiende y le dispara, matándolo. Al darse cuenta de lo que ha hecho, toma el dinero y se marcha sin que alguien note que estuvo en el lugar. La muerte del muchacho llena de dolor a quienes lo quisieron, sobre todo a Juan José y Margarita, con quienes tuvo fricciones y de los cuales se alejó antes de morir. 
Su muerte es investigada por el teniente Humberto Terán, un policía firme y letal, sediento de justicia, que no piensa dejar impune el crimen y de inmediato comienza una investigación junto con su colega Tito Meneses.

Manuel cree que Guiada puede recuperar la vista pero no puede dejar de pensar en ella por lo que comienza a hacerle visitas constantes, mismas que Damián y Ángela aprovechan para tener encuentros sexuales. A la par de esto, Guiada sufre pesadillas que la despiertan en medio de la noche, hartando a su marido, el cual también se aprovecha de esto para pasar la noche fuera de su habitación, en los brazos de la enfermera.

Helena se entera de que padece un cáncer terminal y decide callarlo, revelando su secreto solo a la fiel Pilar, quien la cuida, inseparable, durante día y noche. Las visitas constantes de Octavio a Helena y el desánimo de ella hacen que el hombre sospeche e intente hablar con la sirvienta, quien lo niega todo y después se encuentra con Eloísa, la cual huye de ella, llena de vergüenza. La criada la alcanza y la pone al tanto de los sentimientos de su nieto, Juan José, hacia Guiada, y le pide que convenza a Yolanda para que hable con el joven hombre y evite que este sufra. Eloísa sin embargo considera que el nieto nació con los mismos instintos sucios y pecaminosos de Yolanda, a la que jamás ha querido.

Nubia habla con Berta, quien le asegura que Ángela terminará muy mal al querer encontrar la dicha y la comodidad de mala manera pues sabe las intenciones por las que se infiltró como enfermera en la casa de Guiada. Las escucha Víctor, quien busca a Damián y se entera por este de los amoríos que tiene con la muchacha. Damián asegura que Ángela es como nadie en la cama. Víctor está en desacuerdo con lo que su amigo hace y se sorprende cuando este le dice que de cualquier manera para él Guiada es un negocio. El amigo le aconseja que haga las cosas con sinceridad y no olvide que por traicionar a otras personas ya pasó una temporada en la cárcel, en su pasado.

Constanza hace una visita a Guiada y descubre a Juan José bañándose en la alberca, quedando impresionada por la sensualidad y erotismo que el chico posee. Se acerca a él, intimidándolo, y cuando está a punto de besarlo aparece Yolanda, quien reprende a su hijo y le prohíbe que se mezcle con las patronas. Él dice querer a Guiada y Constanza solo como eso pero Yolanda no le cree ya que sabe lo que siente por la mayor. Aun así a la mujer se le escapa decir que es lo mejor puesto que es lo que son. El chico entonces intenta obligarla a decirle si él es un Elenes y si ella se le metió en la cama al patrón. Yolanda lo abofetea y le exige que no la vuelva a insultar y mucho menos a cuestionar. Sale de inmediato de casa y busca a Esteban, al que dice que es necesario que Juan José sepa la verdad. Ambos visitan el reclusorio buscando a Agustín Elenes, palideciendo cuando les informan que el hombre salió de prisión hace más de dos años. Vuelven a casa y Yolanda llora, por lo que Esteban la abraza pidiéndole que no se preocupe. Son vistos por Lidia, la cual acusa a la mujer de ser una cualquiera que quiere robarle al marido, no conforme con haber sido la amante del hermano de este. Ambas discuten y cuando Yolanda acusa a la mujer de ser una golfa que engaña a su marido, Lidia la abofetea y esta se marcha, no sin antes advertirle a Esteban que tenga mucho cuidado, pues le están haciendo de chivo los tamales. El matrimonio discute y luego el marido revela sentirse amenazado tras la salida de la cárcel de su hermano y no saber nada de él. Lidia palidece ante la noticia y, nerviosa, teme a que algo terrible pueda ocurrir.

Humberto y Tito siguen la pista del asesinato de Quetzal y al notar el distanciamiento entre este y Margarita y Juan José, hablan con estos últimos, pues sospechan que ellos saben algo que no les quieren decir. Tito pone los ojos en la muchacha, con la que simpatiza, por lo que pronto la invita a tomar un café. Esta invitación es presenciada por Juan José, razón por la que la chica rechaza al policía.

Manuel trata con ternura a Guiada y esto despierta los celos de Damián, quien discute con su esposa y la acusa de estarse valiendo de su ceguera para seducir al doctor. Guiada llora y se desahoga con Juan José, quien la defiende y discute con el marido, enfrentándose ambos a golpes. Son descubiertos por Yolanda, quien los separa y se da cuenta de que a lo lejos Ángela solo se ríe ante la situación en vez de hacer algo. Damián pone a los empleados de patitas en la calle y aunque Juan José no desea dejar a Guiada sola, Yolanda decide que lo mejor será marcharse. Se van y cuando la ciega se entera discute de nueva cuenta con su cónyuge, quien la deja sola para revolcarse con Ángela, la cual le propone que maten a Guiada y ellos gocen de toda su fortuna.

Helena se siente cada vez peor y es cuidada por Pilar, quien al mirar por la ventana de la casa descubre que en la calle se encuentra Agustín. Sale a buscarlo de inmediato pero el hombre ya ha desaparecido y por medio de un teléfono público se comunica con Damián, al que pregunta por su esposa. Le asegura que debe tenerla comiendo de su mano así la mujer no sospechará que el accidente en que perdió la vista ni el atentado en que la conoció fueron provocados por ellos, justo para que Agustín se vengue de Esteban.

Yolanda se percata de la atracción de Constanza hacia Juan José y busca a Eloísa, a la que pide consejo pues se siente entre la espada y l apared y teme al rechazo de su hijo al saber la verdad que le ha ocultado. La anciana solo la ofende y dice sentirse feliz de que sufra, pues esa es la cruz que debe cargar. La hija le pide que le diga el por qué siempre la ha rechazado y le ha negado su amor. Eloísa no se tienta el corazón para revelarle que la detesta desde que nació, negándose a decir algo más.

Roberto hace una visita sorpresa a Guiada y descubre que la puerta de acceso a la casa está abierta. Penetra y se lleva una sorpresa al ver a Damián y Ángela fornicando en la alberca. Está decidido a desenmascararlos ante su amiga pero los amantes ahora se vuelven cómplices y ahogan al representante en la alberca. Luego Damián lo carga, lo sube en su propio auto y lo lleva hasta su casa, arrojándolo también en la pileta, junto con la podadora conectada a la corriente eléctrica, para que todo parezca un accidente. Cuando el cuerpo es encontrado, la noticia estremece a Guiada, quien se hunde cada vez más en depresión.

Esteban visita a Helena y descubre que está terriblemente enferma. Ella le pide que calle y él, con llanto, le pide perdón por haberla engañado con Lidia, asegurando que no ha habido un solo día en el que no se arrepienta ni pague el precio de su error.

Constanza se acuesta con Aarón, decidida a olvidarse de Fausto, quien a su vez hace el amor a Lidia sin sospechar que Agustín está a punto de descubrirlos. Este les aplaude y felicita a su cuñada por no haber abandonado sus viejos hábitos, haciendo mención de cuando se acostaba con él y Esteban al mismo tiempo. Asustada, Lidia le pregunta qué es lo que quiere y el cínico hombre se lo dice: Recuperar lo que es suyo.
Ella lo acusa de ser un ladrón que estafó a su propia familia y mató a su propia mujer. Agustín ríe y le recuerda que eso no es cierto y ambos son cómplices de aquellos crímenes, aunque ella lo traicionó y se casó con su hermano para asegurar su futuro.

Manuel no deja de pensar en Guiada y cuenta a Sara como es que la mujer lo ha enternecido. Esta a su vez se lo dice a Octavio, quien lamenta que el médico no haya aparecido en la vida de la mujer antes que Damián, a quien él no le tiene la mima confianza que los Elenes, ya que se le hace un hombre misterioso que oculta algo. Por otra parte el hombre tiene en casa a Juan José y Yolanda, quien le revela de la desaparición de Agustín. Hablan del pasado y como Yolanda fue la amante de ese hombre que solo la utilizó para salirse con la suya. Son escuchados por Juan José, quien finalmente comprueba que es un Elenes y que el gran amor de su vida, Guiada, es su prima. Sufre y rechaza a su madre, la cual teme a perderlo. Octavio está seguro de que todo se solucionará. Por su parte el muchacho se desahoga con Margarita, quien lo consuela y le aconseja que entienda el silencio de Yolanda, la cual solo quiso protegerlo.

Tito insiste a Margarita para que acepte salir con él y ella finalmente acepta, mas se da cuenta de que el policía solo desea obtener información para aclarar el asesinato de Quetzal. Se lo cuenta a Juan José, el cual habla con el investigador, dejándole claro que ellos no tuvieron que ver con ese crimen. Este se lo cuenta a Humberto, quien tiene la certeza de que los muchachos no cometieron el crimen, pero saben quién puede estar detrás de él.

Guiada depende todo el tiempo de Damián, el cual está harto y cansado de sus peticiones y en sus propias narices, se besa con Ángela mientras esta la baña. Guiada cree que la enfermera es bondadosa pues ha tomado responsabilidades de Yolanda. Ángela asegura que para ella es un placer servirles a ella y su marido, quien la lleva a casa en su día de descaso, donde la chica se enfrenta a Berta, la cual sabe lo que está haciendo pues ha hablado con Yolanda. Ángela se sincera ante su abuela, la cual la maldice pues la sabe idéntica a su madre, la cual fue una perdida. Ángela, harta de los insultos de la anciana, la abofetea, arrojándola al piso, desde donde la vieja Berta le asegura que nunca le ha mentido y que su madre fue una prostituta que la abandonó desde que la echó el mundo, pues nunca la quiso, y ella ha heredado su mala sangre. Ofuscada por la ira, Ángela asegura que eso no es cierto y deja caer una cómoda sobre su abuela, para entonces salir corriendo sin percatarse de que Nubia la ha visto pues ha ido a visitarla. Cuál es la sorpresa de la amiga cuando se entera de la muerte de Berta, pues teme a que haya sido provocada por la propia nieta de la mujer. Por su parte Ángela recibe el pésame de los Elenes, principalmente de Guiada, quien pide a Damián que cuide de la chica. Este se aprovecha de la petición para hacerle el amor a su amante, quien lo convence de que tiendan una trampa a Guiada y la maten. Damián se comunica con Agustín, al que dice que el momento definitivo ha llegado pero quiere el doble de la cantidad de dinero de la herencia de la que será su difunta esposa. Agustín se niega a aceptar chantajes.

Eloísa contempla una fotografía de Yolanda, cuando esta era joven, y la quema. Después toma un álbum entero de fotos que arroja a la hoguera de su chimenea. Asegura que la hija deberá cargar con el secreto que le carcome desde el alma, así como ella también lo ha hecho durante años. La maldice por ser la causa de su sufrimiento y toda su vergüenza, jurando que nunca le otorgará la más mínima muestra de amor o clemencia.

Manuel hace saber a Sara su sospecha acerca de la infelicidad de Guiada a pesar de tenerlo todo. Esta descubre que su ahijado está enamorado y le recuerda que esa mujer es casada, por lo que si desea rehacer su vida, darse una nueva oportunidad, debe buscar en otros horizontes. Luego el doctor intenta convencer a Guiada para que se opere y ella se niega, siendo apoyado por Damián, quien reclama al médico el estarse interesando tanto en su esposa. Manuel asegura que eso no es verdad y que sabe que la mujer jamás le faltaría a su marido como él le ha faltado con la enfermera Ángela, misma a la que el doctor pide referencias pues sospecha que en realidad es una farsante.

Margarita insinúa a Tito que quizás Berta no murió accidentalmente y que la persona que pudo haber provocado su deceso pudo ser la misma que mató a Quetzal, por lo que el policía pone en alerta a Humberto y comienzan a vigilar a Ángela.

Fausto descubre que Constanza y Aarón lo han engañado por lo que los enfrenta. Aarón le recuerda que no tiene cara para culparlos de nada y mucho menos a Constanza, ya que él ha sido amante de Lidia durante muchos años. Ella no puede creer lo que ha escuchado, los desprecia a los dos y acude a hacer reclamos a su madre, delante de Esteban, quien pide a su mujer que conteste a las preguntas de su hija. Lidia lo niega todo, desesperada, se encierra en su habitación y entonces Esteban la enfrenta, sacudiéndola. Ella lo reta a que la mate, tal como hace años hizo con la esposa de Agustín, al que inculpó para no ir a la cárcel. Esteban asegura que eso no es cierto y llama a Octavio, al que hace saber que ha tomado la decisión de divorciarse. De nueva cuenta discute con Lidia, quien maldice a Yolanda por haber abierto la boca y despotrica en su contra. Aparece Margarita para defender a la madre de su amado Juan José y revela a Esteban que ella misma vio su mujer revolcarse con Fausto y calló porque la mujer la amenazó con hacerles daño a Yolanda y Juan José. Invadido por la ira, Esteban echa a su mujer de casa, arrastrándola de los cabellos, mientras ella exige sus derechos. El hombre le aconseja que no haga más grande el asunto porque está decidido a hundirla. Lidia entonces pide piedad a Constanza, quien la desprecia y no la acepta en su casa, al igual que a Fausto, quien descubre que su esposa ha cambiado las chapas de la puerta de entrada y le exige que le abra, sin obtener respuesta.

Víctor hace saber a Damián que Nubia vio salir a Ángela, furiosa, de la casa de Berta, la tarde en que esta murió. Damián defiende a la enfermera y Víctor cree que su amigo se ha obsesionado con la chica y teme a que nuevamente esté jugando con fuego. Damián pide a su amigo que no interfiera en sus asuntos y se dedique a callarle la boca a Nubia. Luego cuenta a Ángela de las sospechas de su amiga y esta le hace una visita para amenazarla. Por su parte Damián decide prescindir de Manuel, al que niega el acceso a su casa. Guiada los escucha discutiendo y llega hasta ellos, sorprendiendo a su marido, al que revela que conoce la casa en la niebla como la palma de su mano. Asegura que no permitirá que se prescinda de Manuel, el cual le es de mucha ayuda. Damián se marcha de casa, furioso, y la invidente pide ayuda a su doctor, al que revela sospechar que algo está ocurriendo pues no es normal que Damián haya corrido a Yolanda y Juan José. El doctor le promete ayudar a descubrir la verdad.

Juan José se topa con Eloísa, quien lo llama bastardo y ante los cuestionamientos del muchacho le aconseja que hable con Yolanda, pues ella tiene mucho que decirle sobre su padre, el cual se encuentra demasiado cerca. El chico hace reproches a su progenitora, quien acude a Eloísa para recriminarle lo que ha hecho. Le pregunta por qué la odia tanto y la madre la acusa de ser la causante de su vergüenza. 
La hija llora, le pide que la perdone por haberse enamorado de un hombre mayor y haber sido madre sin haberse casado, enmudeciendo cuando la progenitora le revela que su odio y rechazo no es solo por eso, pues la odia desde que la supo concebida. Llora, llena de amargura, y la corre de su casa, recordando ambas como también la corrió en cuando el padre de Yolanda murió, ya que jamás la quiso cerca.

Agustín se presenta ante Helena, quien le pide que deje de esconderse como un criminal y limpie su nombre. El ex presidiario asegura que se vengará de Esteban por haberle arruinado la vida e impedir que estuviera con la mujer que ama. Helena revela que está próxima a morir y que por ello no puede seguir callando secretos. Jura que entre Esteban y Yolanda nunca existió nada y que todo fue una mentira de Lidia para separar a los hermanos y llenar de odio la mente de su esposa muerta. Agustín asegura que cuando él llegó a casa y descubrió el cuerpo moribundo de su mujer, antes de tomar el arma homicida, la escuchó pronunciar el nombre de Esteban. Aparece entonces Pilar, asegurando que la difunta solo quería proteger a su cuñado, el cual se encontraba con Helena en esos momentos. Agustín, confundido, no entiende de quién querría proteger su mujer a Esteban. Se estremece cuando Helena le pregunta quién se benefició de todo lo acontecido. El hombre jura que se vengará y ella le pide que no cometa ahora un crimen, pues tiene familia, ya que Yolanda tuvo un hijo suyo. Agustín busca de inmediato a Yolanda, a la que asegura que él no asesinó a su mujer y que fue víctima de una trampa. Desea conocer a su hijo pero ella se lo prohíbe. Son descubiertos por Juan José, quien pregunta a su madre quién es ese hombre. Ella se niega a decírselo y entonces aparece Octavio, el cual asegura al chico que ese hombre es su padre. Agustín intenta abrazar a Juan José pero este lo rechaza.

Ángela y Damián saben que no tienen tiempo qué esperar y deciden mover objetos y muebles de la casa para tenderle una trampa a Guiada, quien al caminar en la penumbra, en la segunda planta, se confunde y por ello cae desde un barandal, al vacío. Es llevada de emergencia al hospital, donde Manuel se encarga de atenderla mientras que Esteban reprende a Damián por no tener cuidado, así como a Ángela, a la que da un cheque para que abandone la casa, corriéndola. Damián se opone pero Esteban ha dicho su última palabra por lo que el marido sale detrás de la enfermera y la abraza en el estacionamiento, donde son sorprendidos por Agustín, quien pregunta a su cómplice quién le dio la autorización para deshacerse de su sobrina. Le deja claro que le dará el dinero pactado desde que estuvieron juntos en la cárcel y no más, pues no quiere que mate a nadie ni que continúe con sus planes. Ángela interfiere y asegura que eso es demasiado tarde.

Manuel decide hacer estudios a Guiada, descubriendo que no hay motivos por los cuales ella pueda padecer ceguera. Cuando la mujer vuelve en sí descubre que ha recuperado la vista pero decide ocultarlo. Se asombra al conocer el rostro de Manuel y pide ver a Helena. Sabe que el silencio de todos es señal de que le ocultan algo por lo que exige ver a su madre. Es Esteban quien le informa que Helena se encuentra delicada y padece un cáncer agresivo.

Lidia penetra en casa en busca de sus joyas pero no logra encontrar nada. Exige a Margarita que le diga en donde están sus pertenencias. Aparece Constanza para decirle que ya no tiene nada desde que los engañó a ella y a Esteban. Lidia se burla de su hija, revelando lo estúpida e ingenua que siempre la ha creído, así como muy poca mujer para Fausto. Esta, en un arranque de furia, abofetea a su madre, dejándola ofuscada.

Yolanda no comprende el odio que su madre siempre le ha tenido y también padece las preguntas de Juan José, al que asegura que nunca le dirá nada sobre su padre.

ENERO 2025. Damián lamenta que Guiada no haya muerto y finge delante de los Elenes una preocupación que la misma Guiada no comprende. El hombre pide a su esposa que vuelvan a casa y ella se niega a hacerlo sin antes pasar unos días con su madre. Por ello es llevada a casa de Helena, donde la mujer pide a Juan José que visite la casa en la niebla y verifique si los muebles y objetos están en el lugar de siempre. Este obedece y descubre que todo ha sido cambiado de lugar. Se lo informa a Guiada, la cual revela a Pilar tener la sospecha de que Ángela y Damián son amantes y planearon matarla. Por eso la mujer, al paso de unas semanas, decide volver a casa y reinstalarse, así como volver a contratar a Ángela, dispuesta a llegar al fondo de la verdad. Cuál es su sorpresa cuando la enfermera la baña y se besa con Damián al mismo tiempo, así como cuando Guiada se queja por las noches y Damián le dice que estará en el cuarto de visitas, al que acude a espiarlo, viendo como fornica con la enfermera y cómo los dos lamentan el haber fallado en su primer intento para matarla. Guiada llora, los maldice, y llama por teléfono a Yolanda, a la que pide que vuelva pues necesita de ella. Cuando la mujer se presenta, Ángela la corre pero aparece Guiada para dar a conocer que tanto Yolanda como Juan José se reincorporarán en el servicio y nadie podrá echarlos jamás. Damián enfurece ante la decisión de su mujer, a la que reclama el desautorizarlo ante los empleados. Calla, sorprendido, cuando Guiada le hace saber que ella ya lo consintió recontratando a Ángela, por lo que él ahora tiene que ceder. El hombre busca a la enfermera y le dice sospechar que Guiada sabe de su relación.

Octavio y Sara se han vuelto grandes amigos y él la invita a cenar. Terminan besándose y la mujer se ruboriza. Le cuenta todo a Manuel, quien le pide que se dé la oportunidad de vivir su propia vida. La madrina lo abraza, pues se siente dichosa de haber encontrado el amor, aunque sea en la tercera etapa de su vida.

Fausto se encuentra destruido y busca a Constanza para pedirle perdón. Ella lo rechaza y le dice que dentro de poco, con ayuda de Octavio, quedarán divorciados. El hombre se alcoholiza y es sorprendido por Lidia, quien le dice que ambos recuperarán su vida y le propone que mate a Esteban para que ella lo herede y juntos gocen de su fortuna. El decidido Fausto acepta y consigue un arma de fuego, sorprendiendo a Esteban a las afueras de su casa, donde lo amenaza. El hombre suplica al muchacho que no cometa una locura pero este ya está decidido a todo por Lidia y le dispara para entonces huir y encontrarse con Lidia, quien le hace saber que a ella nunca le ha gustado dejar huella ni testigos de sus asuntos. La mujer toma la misma arma homicida y dispara a su amante, matándolo, para entonces poner la pistola en manos del hombre y hacer parecer que todo fue un suicidio.

Reinstalada en casa, Guiada pide a Juan José que sea sus ojos y vigile a Damián fuera de casa, en todo momento. El chico así lo hace y a la vez recuerda las palabras de Eloísa sobre su padre, por lo que la busca para suplicarle que le diga todo lo que sabe. La anciana solo se burla de él y lo echa de su casa, exigiéndole que no vuelva. Cuando el chico sale del lugar, se encuentra cara a cara con Yolanda, a la que pide una explicación sobre su presencia en casa de la anciana. Ella le revela que Eloísa es su madre y que le ocultó su existencia porque la mujer nunca los ha querido. El muchacho suplica a su progenitora que le diga quién es su padre pero ella se niega rotundamente. Luego él descubre que Damián tiene nexos con Agustín y se lo cuenta a la mamá, quien horrorizada busca al hombre y le dice saber que Damián es su infiltrado y que a través de él quiere vengarse de Esteban, haciéndole daño a Guiada.
Agustín acepta que en un principio así fue pero que ahora ha descubierto que estaba equivocado y que no fue a la cárcel por culpa de su hermano. Recibe una llamada de Pilar, la cual le informa que Esteban fue atacado por lo que sale de inmediato al hospital mientras que Yolanda da aviso a Guiada, la cual es llevada al lado de su padre, quien le asegura que siempre ha sido el amor de su vida. Guiada revela a su padre que puede ver y que luchará por ser feliz y acabar con las mentiras y engaños que envuelven a su familia. Luego Esteban pide perdón a Helena y Agustín por el daño que les causó sin querer y muere.

Constanza se entera de la muerte de Fausto y que este fue quien disparó a su padre. Se siente sola y cuando Lidia aparece en el hospital fingiendo preocupación por ella, la culpa y la hace responsable de ambas muertes. Esto levanta sospechas en Agustín, quien está convencido ahora de que esa mujer ha sido la responsable de todas las desgracias de su familia. Helena piensa lo mismo y sufre una tremenda recaída en el en entierro de Esteban, el gran amor de su vida. En todo momento es apoyada por su hija y Eloísa.

Nubia y Ángela se encuentran y se tratan como dos desconocidas. Ángela insiste a su amiga para que vuelvan a ser las de antes pero Nubia está convencida de que la enfermera fue la responsable de la muerte de Berta y deja entre ver esto a Humberto y Tito. Al darse cuenta de que es vigilada y que su amiga pudo ser la responsable de esto, Ángela decide darle un escarmiento y busca a Vicente, al que seduce y besa al percatarse de la presencia de Nubia, quien se abalanza contra ella para desgreñarla, asegurando saber que Vicente le es fiel y solo ha querido provocarla. La amenaza con contar lo que sabe a la policía y por ello la malvada Ángela acude al departamento de su amiga, donde abre las llaves de gas, cerrando todas las ventanas. Cuando Nubia entra al lugar, acompañada de Víctor, desde la calle Ángela arroja una botella con gasolina y estopa encendida. El lugar explota violentamente.

Agustín amenaza de muerte a Lidia pues ahora sabe que ella ha sido la responsable de las desgracias de su familia, así como la asesina de su difunta esposa. Cínica, la mujer asegura que jamás le ha gustado compartir a sus hombres y aquella mujer ya se había vuelto un problema para todos, principalmente porque se embarazó del hombre equivocado: Esteban, con el que ella se casó al percatarse de que con Agustín en la cárcel podría casarse con él. Revela que es la asesina y que deseaba inculpar a Yolanda Peláez, la amante del hombre en aquél entonces. Agustín toma a la mujer del cuello, dispuesto a estrangularla, y aparece Yolanda para pedirle que la suelte y no se ensucie las manos por ella, que siempre ha actuado por el cochino dinero que nunca tuvo y que llegó a tener de mala manera. Lidia asegura que no hay manera de comprobar que ella tuvo que ver con aquél viejo crimen ni que es la autora intelectual de la muerte de Esteban, al que heredará.

Guiada pasa mucho tiempo con Manuel y se muestra indiferente ante Damián, quien sospecha que sabe algo, por lo que pide a Ángela que actúen de inmediato. Ángela sin embargo solo piensa en la explosión del departamento de Nubia, quien ha sobrevivido pero se encuentra muy grave, con quemaduras insólitas por todo el cuerpo. Cuando Damián se entera de la muerte de Víctor, cree que Ángela tuvo que ver y se lo reprocha. Ella llora y revela haberse cegado por la ira y haber querido hacerle daño únicamente a Nubia. No se dan cuenta de que Guiada los ha escuchado y que de inmediato se ha comunicado con Manuel para pedirle que acuda a su lado, a ayudarla. El doctor le pide que guarde la calma y finja no saber nada hasta encontrar pruebas que incriminen a la enfermera, de quien Guiada está convencida que Damián es cómplice, así como que quisieron matarla.

Al enterarse de que Nubia está viva, Ángela teme a que esta pueda revelar lo que sabe y acusarla de la explosión de su departamento por lo que se vale de su uniforme de enfermera para acudir al hospital en que se encuentra y maldecirla por haberla querido traicionar, pero se da cuenta de que la policía se encuentra presente. Sin embargo Humberto no puede hablar con la víctima, pues esta se encuentra muy grave y sin la menor posibilidad de hablar. La pobre Nubia tiembla del dolor y ardor que siente por las graves quemaduras. Al irse la policía, Ángela penetra en su cuarto y se burla de ella. Le dice ser buena amiga, por lo que la ayudará a no sufrir más. Le inyecta grandes dosis de un tranquilizante que terminan por apagar la vida de la mujer.

Manuel hace una visita a Guiada y se besan accidentalmente. Ella se muestra intranquila y él descubre que en realidad puede ver. La mujer le pide que no la descubra pues desea llegar hasta las últimas consecuencias y desenmascarar a Ángela y Damián.

Eloísa padece la insistencia de Juan José para que le diga quién es su padre. Cuando el muchacho le dice saber que ella es su abuela, la mujer lo niega rotundamente y le asegura que ella jamás reconocería a un bastardo. Yolanda interviene para defender a su hijo y la anciana, furiosa, los corre. En ese momento la hija le exige que le diga por qué los odia tanto y a ella jamás le demostró amor. Eloísa le confiesa entonces que ella se casó con su padre por una razón: Porque este la deshonró, la hizo suya a la fuerza y de ese acto asqueroso y vil ella resultó embarazada y tuvo que casarse forzosamente con alguien a quien no amaba, haciéndole creer que le hija que llevaba en las entrañas era suya. Llena de odio confiesa lo amarga que ha sido su vida por haber parido a la bastarda de un violador del que nunca supo el rostro, pues fue violentada en el bosque. Le dice cuando ella le recuerda aquel momento, aumentando cada vez más su odio y desprecio. Yolanda sufre al enterarse de esta dura verdad y cuando la madre la acusa de ser tan mezquina como su verdadero progenitor, decide olvidarse de ella para siempre y se decide a contarle a Juan José la verdad de su origen y como se enamoró de Agustín, el cual estaba decidido a divorciarse para casarse con ella, a pesar de que Lidia intentó interponerse pues siempre estuvo obsesionada con el hombre. Juan José abraza a su madre, a la que le cree, y decide hablar con Agustín, quien le dice que pasó años en la cárcel por un crimen que no cometió y del cual es responsable Lidia, misma que es sorprendida por la policía en un hotel de segunda, donde es arrestada sin que se le diga de qué la acusan. Es entrevistada por Tito y Humberto, el cual le dice que tiene en sus manos una confesión que ella misma hizo. Le muestra el video en que ella habla con Agustín y acepta que mató a su esposa así como fue autora intelectual de la muerte de Esteban. Lidia lo niega todo, asegurando que es un montaje, pero en realidad está hundida pues aunque limpió sus huellas del arma con que mató a Fausto, sobre el cuerpo de este se encontraron restos de cabello suyo. La mujer es encerrada y llama por teléfono a Constanza, quien acude a ella. Lidia le suplica que contacte a Octavio y haga que la libere, maldiciendo a quien quiera que haya sido el que la filmó, convencida de que todo fue una trampa de Yolanda y Agustín para hundirla. La mujer se impacta cuando Constanza le confiesa que fue ella la que la grabó y entregó a las autoridades, para que pague por todo el daño que ha hecho. Le asegura que no pedirá ayuda a nadie y se despide de ella para siempre, deseándole que en el penal le den el trato que se merece. La muchacha se reúne con Aarón, con quien visita a Helena para pedirle perdón por el desprecio que siempre sintió hacia ella, cegada por las mentiras de su madre, la cual finalmente se encuentra en el lugar que merece.

Durante una tarde de neblina, Manuel descubre a Damián y Ángela besándose y aunque estos, llenos de nerviosismo, aseguran que las cosas no son lo que parecen, el médico revela no tener por qué pedir explicaciones y lamenta que engañen a Guiada, la cual ha puesto en ellos toda su confianza. 
Los dos hombres se hacen de palabras y Damián echa al médico de su casa. Aparece Guiada preguntando qué es lo que sucede y entonces Manuel se marcha. Guiada comienza una discusión con Damián y Ángela se disculpa para marcharse pero aparece Yolanda y le pide que se quede y, ahora sí, los dos le digan a Guiada lo que se traen. Ninguno de los amantes da una explicación y Damián se retira a su habitación, donde se da una ducha sin percatarse de que alguien, a través de una ventana, ha arrojado una víbora ponzoñosa que le mete un susto pero no logra morderlo. Es entonces que el hombre cree que su esposa sabe lo suyo con Ángela y que Yolanda y Juan José le han servido de ojos, por lo que decide ponerle fin al asunto y durante la noche se encuentra con su amante, la cual acude al cuarto de Ángela para inyectarle un sedante que la pone a dormir, mientras que Damián se encarga de Juan José, al que golpea en la nuca y luego ata de manos y pies. No saben que Guiada se ha dado cuenta de todo y que ha llamado a Manuel para pedirle ayuda. Aprovechándose de la noche y la neblina, la mujer abandona su habitación para quitar la electricidad y esconderse en un lugar seguro, ganando tiempo. La falta de luz hace que Damián y Ángela den pasos torpes. Ambos comienzan a buscar a la mujer, persiguiéndola para deshacerse de ella. Damián le pide que no se esconda ni se resista pues sabe que le ha llegado la hora. Ángela es quien da con el escondite de Guiada, a la que intenta ahorcar, maldiciéndola. Forcejean y cuando todo parece que la enfermera lleva las de ganar, Guiada le muestra que no está ciega y la empuja, haciendo que ruede por las escaleras para entonces escapar. Pero ha sido vista por Damián, el cual la persigue mientras Manuel se acerca y da parte a la policía, por lo que el teniente Terán se desplaza en helicóptero. Por su parte, Ángela resulta ilesa y acude a buscar a su víctima. Todo se vuelve una confusión y entre la penumbra Damián confunde a Guiada con la enfermera, a la que toma del cabello para clavarle un puñal. Se sorprende al escuchar la voz de Guiada, quien le dice que se ha equivocado y ha asesinado a su amante. La protagonista enciende las luces, se muestra entera, decidida y con la mirada sana, estremeciendo a su marido, al que asegura saber que le tendió una trampa desde el principio, para matarla y apoderarse de su dinero. Humberto y Tito aparecen con un escuadrón policíaco y Damián escapa hacia el bosque, en medio de la neblina. Es perseguido por Manuel, quien luego de una persecución lo pierde de vista, mientras que Guiada es puesta a salvo lo mismo que Juan José, a la vez que Yolanda es enviada de emergencia a un hospital, lo mismo que Ángela, quien reacciona dentro de la ambulancia, donde es presionada por Humberto para que confiese que ella mató a Quetzal, Berta y Nubia. La mujer se ríe de él, lo niega y jura que nunca aceptará sus crímenes. Engaña al policía y logra escapar. Se interna también en el bosque, donde malherida, y desangrándose, busca un refugio. Finalmente logra encontrarse con Damián, quien le pide perdón pues la confundió con Guiada. La sorpresa de los amantes es letal cuando escuchan gruñidos y se dan cuenta de que son presa de una jauría de lobos hambrientos. El villano sabe que los ha atraído la sangre de la mujer, por lo que para escapar la toma y la arroja a las bestias, mismas que la devoran mientras él corre, siendo perseguido por otras hembras dispuestas a matar. Acorralado, pierde el equilibrio y cae accidentalmente en un río, el cual lo arrastra.

Manuel no se separa un solo instante de Guiada, la cual está convencida de que la casa en la niebla no es lugar para ella por lo que decide que lo pondrá a la venta. Pronto aparece ante ellos Agustín, a quien le cuentan lo que pasó. Él se sincera con la sobrina y le hace saber que en su afán por vengarse de Esteban, contrató a Damián, a quien conoció en la cárcel, para que la enamorara y llegado el momento la matara, causándole así gran dolor a su hermano. Guiada reprocha a su tío el haber sido capaz de semejantes cosas y han sido escuchados por Juan José, el cual desprecia a su padre desde ese momento y no se separa un solo instante de Yolanda, a la que cuenta todo cuando vuelve en sí, mientras que Guiada es llevada a casa de Helena, donde Manuel cuenta lo sucedido y admite ante Octavio que está enamorado de la mujer.

TIEMPO DESPUÉS: Guiada entierra a Helena, rodeada de sus seres más cercanos. Al cementerio acude Manuel, el cual le da el pésame y le promete que esperará a que ella quiera aceptarlo como hombre. La mujer sin embargo se siente confundida y teme a que Damián aún esté por ahí, acechándola.

Yolanda y Juan José han abandonado la casa en la niebla, la cual se encuentra a la venta. Instalados en la ciudad, viven muy cerca de Guiada y evitan a toda costa tener comunicación con Agustín, al que no perdonan. A su vez Juan José ha decidido darse una oportunidad con Margarita, descubriendo en ella a una chica tierna y amorosa, capaz de todo por él, al que Tito le desea lo mejor cuando se entera de que la chica es su novia. Hace un viaje relámpago para buscar a Eloísa y proponerle que intenten ser una familia, pues ella está sola y tanto él como Yolanda la necesitan. La anciana lo rechaza.

Sara y Octavio finalmente están juntos y decididos a darse una segunda oportunidad en el amor, gracias a los consejos de Manuel, por lo que han comenzado una vida juntos, con la esperanza de que sus últimos días puedan ser inolvidables, recuperando tiempo que perdieron en el pasado.

Constanza mantiene una relación con Aarón, quien le pide matrimonio. Ella lo acepta y se dan un fuerte beso de amor. La chica ahora vive con Guiada, la cual le pide que visite a Lidia en la cárcel pero la hermana menor se niega.

Lidia vive llena de amargura en su celda. Constantemente es molestada por las reclusas y se le informa que tiene una visita. Se trata de Yolanda, quien se ha apiadado de ella y le informa que las cosas al fin vuelven a la normalidad. Le reprocha el haber causado tanto daño para nada, si al final Esteban ni siquiera la heredó porque su matrimonio no fue valido. Lamenta que la mujer haya acabado peor de como la encontró su marido en el ayer, pues Esteban la conoció en la calle, pero al final terminó en la cárcel, rodeada de escoria como ella. Lidia no dice nada a su vieja conocida, quien le informa que Constanza vive con Guiada y está muy enamorada de Aarón, así como que Juan José ha sido reconocido como un Elenes. Se marcha y al volver a su celda Lidia llora llena de rabia, maldiciéndolos a todos.

Guiada hace unas compras acompañada por Pilar y cree haber visto a Damián, acechándola. Nerviosa, vuelve a casa, donde se encuentra con Manuel, el cual la abraza y le promete que todo va a estar bien.

Agustín habla con el teniente Terán, el cual ha seguido la pista a Damián pero no ha podido encontrarlo. Agustín sabe que su enemigo es fuerte, capaz y decidido, por lo que está convencido de que se encuentra con vida. Lo que ignoran es que Damián fue agredido por los lobos y cuando cayó al río ya había perdido una de sus pernas. El hombre deambula por las calles, como limosnero, pidiendo caridad y recibiendo el maltrato de la gente.

Manuel pide a Guiada que lo deje estar con ella, hacerla feliz y vivir juntos, sin papeles que los aten. Ella es alentada por Constanza y Pilar, por lo que acepta al hombre y acude a cenar a casa de Sara, quien le da la bienvenida como miembro de su familia. Los enamorados se besan fuertemente, decididos a ser felices, dejando atrás lo ocurrido dentro de la casa en la niebla.
















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