INICIO. Guiada Elenes es una reconocida actriz que por años se
ha mantenido ausente del mundo, luego de que en un terrible incidente
un fanático asesinara a su marido e hija ante sus ojos. Sin embargo
eso no ha impedido que gracias a su representante, Roberto Alarcón,
ella siga cosechando triunfos artísticos así como reconocimientos,
situación que alienta al hombre para confesar su amor con
insistencia, siempre siendo rechazado pues la mujer no desea rehacer
su vida con nadie. Algo que la protagonista ignora es que alguien le
ha seguido la pista durante todo este tiempo en que ha sido vigilada,
como si la acechara. Pero, por otra parte, tiene la comprensión y
apoyo de sus padres, quienes viven separados desde que ella era muy
joven. Con Helena, su madre, comparte la pérdida de sus maridos,
aunque de distinta forma, mientras que el padre de Guiada, Esteban,
está casado en segundas nupcias con Lidia Sagasta, una mujer
intrigante y superficial que no lo ama, pero sigue casada con él
para guardar las apariencias. Ambos tienen una hija en común:
Constanza, quien creció con su falta de atención y se hizo rebelde
y voluntariosa. Ella está casada con Fausto Amenábal, un mujeriego
y holgazán que le ha hecho la vida difícil y siempre la compara con
su hermana mayor, a la que considera demasiado a comparación de
ella, a la que constantemente humilla y maltrata pues no la soporta y
se mantiene a su lado por conveniencia, dejándola a merced de sus
adicciones y soledad, misma que desahoga con su amigo gay, Jerry
Alcázar, que en ocasiones enfrenta al cónyuge de la mujer y solo
recibe a cambio ofensas y discriminación.
A
pesar de vivir con su madre, Guiada tiene una casa propia en una
provincia rodeada por bosques habitados por lobos y una incesante
niebla. Este sitio está a cargo de Yolanda Peláez y su hijo Juan
José, quien creció con el cariño de la actriz y se convirtió en
su más humilde siervo, situación por la que cuida de su casa aunque
desde hace años ella no la habita ni visita, situación por la que
vive nostálgico. Esto preocupa a Yolanda, quien sabe lo que su hijo
en realidad siente por la mujer, razón por la que lo aconseja para
que se olvide de ella y se dé una oportunidad con Margarita, la
chica que siempre ha estado enamorada de él. El muchacho sin embargo
desahoga con su gran amigo, Quetzal, el no sentir nada por la chica,
al menos que vaya más allá de un cariño de hermanos, puesto que se
conocen desde que eran niños. Quetzal habla con la chica y la
alienta para que por un tiempo se olvide de Juan José, pero
Margarita lo ama demasiado.
El
prestigioso doctor Manuel Negrete ha regresado de dar conferencias en
Estados Unidos y da una gran sorpresa a Sara Vega de Iturbe, su
madrina, misma que cuidó de él desde que quedó huérfano. Él
pregunta por su esposa, Ivonne Badiola, pero Sara no sabe darle
razón. Y es que Ivonne se encuentra en Acapulco, divirtiéndose con
amigos, sobre todo con su amante, el sensual Oscar Ferrer, con quien
se burla del marido, del que dice estar aburrida, pues ella quiere
vivir la vida y el otro se ha empeñado en que tengan hijos, desde
hace años, engañándolo al decirle que es estéril, pues no desea
convertirse en madre. Es interrumpida por el marido, quien la llama
para saber dónde se encuentra. Ella finge estar muy mal en casa de
una amiga y promete llegar a casa pronto. Sin embargo Manuel se ha
dado cuenta de que está alcoholizada y al colgar el teléfono revela
a Sara estar cansado de la situación, así como estar convencido de
que la esposa no lo ama y en realidad se casó por él por compromiso
o costumbre, mas no por amor.
Luego
de una representación teatral, Guiada tiene una discusión con
Roberto, quien la besa delante de la gente y revela estar enamorado
de ella. Discuten y la mujer deja muy claro que nunca le
corresponderá pues solamente puede verlo como un amigo.
Acude en
busca de Helena para marcharse del lugar y al dirigirse a su casa
sufren un atentado cuando intentan secuestrarla. Su chofer pierde el
control del vehículo y se vuelca varias veces hasta que, al
arrastrarse, se estampa contra los escaparates de una boutique,
impactando también otro auto, del que desciende el conductor, el
apuesto Damián Mendiola, quien acude a socorrer a las otras
víctimas, descubriendo que el chofer está muerto y que Guiada y
Helena se encuentran inconscientes. Llama a una ambulancia, reporta
lo sucedido y las acompaña al hospital, donde Helena reacciona pero
no así su hija, la cual se encuentra en terapia intensiva,
desesperando no solo a su familia, sino a Roberto, el cual busca al
extraño que presenció todo e intenta indemnizarlo pero este rechaza
el dinero. El representante se desahoga con Jerry, quien le cuenta de
la situación marital de Constanza, de la cual el primero no tiene
una buena impresión y considera que se merece el marido que tiene,
puesto que siempre ha sido caprichosa y odiosa. Jerry sin embargo
siente pena con su gran amiga, a quien Lidia revela esperar que
Guiada muera para que solo ellas se beneficien en el testamento de
Esteban, quien las escucha y finge no haberlo hecho para entonces
discutir con su hija menor, a la que pone un ultimátum para que su
marido se ponga a trabajar o de lo contrario los echará a ambos a la
calle. De esto, Lidia pone al tanto al hombre, con el que tiene un
romance con él a espaldas de su hija, a quien ella en realidad
considera una estúpida. Fausto asegura estar harto de su situación
marital y la mujer le suplica que resista, pues solo de esa forma
ellos pueden seguir estando cerca y amarse.
Manuel
discute con Ivonne, la cual dice estar cansada de que él solo la
quiera tener como mujer de su hogar y no la deje divertirse. Discuten
a tal grado que ella amenaza con quitarse la vida, situación que
preocupa al hombre, al que Sara hace saber que su mujer necesita
terapia y, además, él debe apartarse de ella, pues no debe olvidar
que hace años intentó quitarse la vida, causando esto la pérdida
del hijo que esperaban. Por su parte ella se desahoga con Oscar, el
cual le propone que huyan juntos, donde ya nada ni nadie pueda
separarlos, dejándole entre ver que pueden robarle a Manuel y vivir
con su dinero por un tiempo. En un momento de desesperación, ella
acepta y roba al marido una cuantiosa cantidad que entrega al amante,
el cual la traiciona y se marcha sin ella, con todo el dinero. Esto
afecta mucho más a la mujer, que se siente perdida.
Juan
José se siente desesperado por la situación de Guiada y arma en
zafarrancho en el hospital por lo que Esteban lo corre y le exige que
no olvide quién es, por lo que no tiene ningún derecho a reclamar
nada. El chico se desahoga con Quetzal y Margarita, quien a su vez
sufre por el rechazo de este y dice al otro amigo sentirse
desesperada. Quetzal se atreve a besarla en un arranque desesperado y
ella lo abofetea para luego rechazarlo. Él la entera de que Juan
José nunca la amará como espera, puesto que él está enamorado de
otra mujer. La muchacha le suplica que le diga de quién, mas Quetzal
calla.
Fausto
se entretiene en bares y villares con su amigo Aarón Encinas, quien
lo presenta con Ángela Luján, una sensual mujer que le hace
demasiadas preguntas sobre la familia Elenes y la cual se muestra
interesada en ser la amante del hombre, al que se lleva a la cama
para sacarle más información. Esto lo descubre Juan José, al cual
la chica ha intentado seducir por mucho tiempo, sin éxito,
convencida de que él es algo más que un criado para los Elenes.
Juan José la rechaza de nueva cuenta y le reprocha el meterse con un
casado y entonces Ángela le confiesa que hará lo que esté en sus
manos para ser millonaria.
Se lo dice a su abuela, Berta, una vieja
cínica y cruel que solo se ríe de ella y le aconseja que en vez de
soñar haga algo de provecho y deje de seguir los pasos de su madre,
pues corre el riesgo de terminar como ella. La chica cuestiona a la
abuela sobre su desprecio y dureza. La anciana asegura no quererla
por ser el producto de los sueños de grandeza y desilusiones de su
progenitora.
Lidia
trata de incomodar a Helena en todo momento y esta la evita a toda
costa pues no la tolera. Sin embargo la ahora esposa de Esteban busca
la manera de escupir veneno y hacer insinuaciones pues cree que la ex
del hombre sigue enamorada de este. Helena lo resiste y en la menor
oportunidad le pide que no tema, pues ya no ama al ex y jamás se
rebajaría a pelear por un hombre y arrebatárselo a otra, tal y como
Lidia hizo en el pasado. Le insinúa que es una golfa,
enfureciéndola.
Constanza
ha quedado asombrada por el atractivo y buen porte de Damián y se lo
hace saber a Jerry, quien la alienta para que encuentre una nueva
ilusión y por fin se divorcie de Fausto. La mujer, emocionada,
coquetea con el hombre sin que este logre mostrar interés en ella,
pues solo desea poder ver a Guiada. Sin embargo Constanza se muestra
muy interesada en él y cuando Esteban se da cuenta de esto, pide a
Lidia que intervenga, mientras que él pide al desconocido que no se
preocupe más por Guiada y se retire, pues lo que le suceda es asunto
completamente familiar. Damián acepta, pero no baja la guardia ya
que se sigue informando a distancia para poder verla pero Roberto no
se aparta un solo momento de la mujer, impidiendo a toda costa que
esta sea visitada por el hombre, el cual insiste hasta conseguir
verla. Justo en ese momento Guiada despierta y queda asombrada al
verlo ante ella, pues piensa que es un ángel. Helena y Esteban le
hacen saber que está a salvo gracias al hombre, el cual se ha
preocupado por ella todo el tiempo. Es así que Guiada decide
agradecer a Damián, quien la invita a cenar cuando es dada de alta.
Roberto intenta convencer a la mujer para que se resista pero esta,
cansada de que el representante quiera manejarle la vida, decide
aceptar gracias a los consejos de Helena y Pilar Garduño, la fiel
sirvienta de la madre, quienes la convencen de que quizás la vida y
el amor le están brindando una nueva oportunidad.
Esteban
cuenta a su gran amigo Octavio Malcón el deseo que tiene de dejar su
herencia únicamente a Guiada, pues teme a que Lidia y Constanza, se
la terminen en un santiamén. Esteban calla cuando su gran
amigo le pregunta si alguna vez revelará a su hija mayor las
verdaderas causas de la muerte de su marido, al que el hombre siempre
consideró un arribista que solo quería beneficiarse de su fortuna,
tal como lo está haciendo Fausto. El patriarca se siente mal por la
situación de Guiada y cree que él ha tenido demasiada
responsabilidad en su infelicidad, pues en un intento por deshacerse
de su difunto marido también le arrebató a su hija.
Manuel
propone a Ivonne que consulte a un psiquiatra nuevamente pues la nota
afectada. La mujer se opone y continúa haciendo vida de soltera.
Culpa a Manuel de ser el responsable de la muerte de su hijo. Sara
interviene para poner en su lugar a la mujer, a la que acusa de ser
una sociópata que se vale de la victimización para hacer sentir
culpable al marido, que prefiere pasar más tiempo en el hospital y
en casa de sus grandes amigos y colegas, Rogelio Orellana y Patricia
Valencia, un matrimonio que lo apoya y que considera que Ivonne lo
utiliza, sobre todo Patricia, quien es psiquiatra y busca a la mujer
para brindarle ayuda. Esta sin embargo rechaza la propuesta y ofende
a la mujer.
Juan
José le cuenta a Margarita sobre la relación entre Fausto y Ángela y le
pide discreción pues ella trabaja en casa de Esteban. Sin embargo la
chica es indiscreta y se lo cuenta todo a Yolanda, quien pide
a su hijo que no se meta en los asuntos de esa familia. En el
hospital se topan Lidia, la cual insulta y ridiculiza a Yolanda dante
la gente. Juan José defiende a su madre pero Lidia insiste en que la
sirvienta es una cualquiera que siempre le ha querido robar al
marido. Interviene Helena, quien no entiende como Lidia puede ser tan
imprudente y venenosa. Cuando Lidia grita que Yolanda siempre le ha
querido robar al marido, queda impactada pues Helena le asegura que
la única cualquiera y roba maridos es ella. La enfrenta, con dureza,
ofendiéndola. La madre de Guiada sin embargo se mantiene firme en su
posición y le aconseja que no se de baños de pureza ni se haga la
ofendida, pues ambas son adultas y saben de qué pie cojean.
Yolanda
llora inconsolable pues teme a que la gente nunca pueda olvidar el
ayer. Se desahoga con Pilar, quien asegura que ni ella ni su hijo son
responsables de lo ocurrido en el pasado. Juan José aparece y lleno
de rabia le exige a su madre que le diga la verdad .Ella le suplica
que no la atormente y lo cachetea cuando él le pregunta si Lidia
dijo la verdad.
Guiada
y Damián salen a cenar, al teatro, la ópera y museos,
convirtiéndose estas salidas más frecuentes hasta que él besa a la
mujer, quien ante su galantería y seducción se deja llevar para
luego contarles a Helena y Pilar, quienes saltan de alegría y la
felicitan. Guiada confiesa no sentir miedo al amor luego de muchos
años y alentada por Roberto para continuar con sus compromisos,
vuelve a dar una función a la que acude Damián, el cuál la
sorprende cuando delante de toda la gente sube a besarla al escenario
y de rodillas le pide que sea su esposa, emocionándola tanto como a
Helena, quien a lo lejos le pide que acepte. Guiada acepta entonces
ser la esposa del hombre, quien promete hacerla feliz. Esto rompe el
corazón a Roberto, quien reprocha a la mujer el no haberle
correspondido a él, que durante años ha velado por ella. Discuten y
cuando él insulta a Guiada, ella lo abofetea. El hombre se desahoga
con Jerry, el cual le confiesa que eso que siente por Guiada es lo
mismo que por años él ha siendo hacia él, dejándole entre ver que
está enamorado. Roberto le deja claro que entre ellos no puede
existir nada, pues su bisexualidad es solo carnal pero en realidad ha
amado a Guiada desde siempre.
Jerry
descubre a Fausto maltratando a Constanza, quien de nueva cuenta
sufre un aborto que la entristece pues tiene deseos de convertirse en
madre. La mujer está convencida de que Fausto la engaña y se lo
dice a Lidia, quien solo se burla de ella y la acusa de estar loca.
Pero la hija está decidida a dar con la amante de su marido, al que
pronto sorprende divirtiéndose con Aarón y Ángela, a la que el
cónyuge besa, por lo que la enfurecida esposa se abalanza contra
ella, para desgreñarla. Cuando el matrimonio pelea en casa y son
escuchados por Esteban, a quien Octavio ha enterado de lo sucedido,
el hombre pide tanto a su hija como a su yerno que se marchen. Sin
embargo Lidia intercede por ellos y discute con el cónyuge, al que
reprocha seguir amando a Helena y querer a Guiada más de lo que
quiere a Constanza. Esteban, harto de los chantajes de su mujer, le
revela que en verdad se arrepiente de haberse separado de su primera
esposa para casarse con ella, que no le llega a los talones y solo lo
ha hecho infeliz, pues a partir de su unión legal la mujer solo ha
mostrado frialdad y gran desinterés en él. Esto hiere de
sobremanera a la villana, quien maldice al hombre y más aún a
Helena, a la que le desea lo peor.
Busca a Fausto para desahogarse y
luego de hacer el amor con él lo cuestiona sobre Ángela. Él le
asegura que esa mujer no significa nada y calla cuando Lidia le jura
que si se entera de que la está engañando no dudará en arruinarlo.
Patricia
asegura a Rogelio que Ivonne tiene problemas mas no desea acercarse a
ella ya que no simpatizan. El hombre habla con Manuel, que insinúa a
la esposa que quizás lo mejor para ambos sea divorciarse. Ella
llora, le suplica que no la deje, pero a solas lo maldice y jura que
nunca lo dejará en libertad, pues si ella no es feliz, él tampoco
lo será. Luego tiene una discusión con Sara, la cual desea acudir a
una función de Guiada y alienta a Manuel para que la acompañe. Este
acepta pero justo esa noche Ivonne sufre un accidente al
convulsionarse, borracha, dentro del baño de un bar, situación por
la que es internada en una clínica de rehabilitación y, alentado
por Rogelio y Patricia, Manuel toma la
decisión de divorciarse, apoyado por Sara.
Quetzal
asegura a Juan José que Margarita lo traicionará tarde o temprano,
pes el amor que siente por él puede volcarse en odio y desprecio y
buscará la manera de vengarse. El amigo sin embargo confía en que
la chica también lo quiere como hermano y nunca hará nada que pueda
lastimarlo.
Helena
recuerda el gran amor que Octavio siempre le tuvo y cómo tuvo que
alejarse de él por las intrigas de su familia, hasta un irse a
Esteban, quien la engañó con Lidia y terminó por dejarla para
poderse casar nuevamente. Se siente mal repentinamente y Pilar le
aconseja que visite a un médico pero la mujer asegura que todo está
bien.
Roberto
y Damián tienen un enfrentamiento ante Guiada, quien harta del
rechazo del representante, hacia su enamorado, decide prescindir de
él y le anuncia que se casará con Damián a finales de mes.
Roberto, herido, asegura a Guiada que tarde o temprano se arrepentirá
de su decisión. La mujer sin embargo siente alivio de no tener más
presiones y vive con intensidad la pasión que siente por Damián,
quien se ha ganado a Helena y Pilar, las cuales se sienten hasta
protegidas, con él.
Jerry
se sorprende cuando al intentar desahogar con Constanza sus
sentimientos hacia Roberto y lo mucho que lo ha amado durante años,
esta se muestra indiferente y le demuestra su verdadera cara al
intentar hacerle ver que es muy poca cosa para el representante, así
como para cualquier hombre que en realidad valga la pena. El gay no
lo puede creer y recuerda a la mujer cuanto la ha apoyado en su
relación con Fausto. Ella comienza una pelea y termina corriendo al
amigo de su casa. Aparece el marido para apoyarla y correr al
homosexual, que se decepciona y cuenta a Jerry lo ocurrido. Este le
asegura que Ivonne en realidad no es buena y que Fausto es justo lo
que ella merece. Alienta al gay para que no decaiga ni crea en sus
palabras y lo presenta con Sebastián Dupeyrón, un apuesto actor con
quien el ofendido termina acostándose, naciendo entre ellos una
fuerte atracción, por lo que comienzan un idilio amoroso que el
actor esconde, pues no es conveniente para su carrera que se sepan
sus preferencias.
Esteban
descubre que Lidia le esconde algo pues escucha que hace una
reservación en un hotel al que acude para sorprenderla pero nunca la
ve entrar o salir. Habla de esto con Octavio, el cual le aconseja que
se separe de su mujer ya, pues quizás solo está buscando un
pretexto para hacerlo.
Cuando Esteban plantea a Lidia el separarse,
ella le jura que antes que eso suceda lo matará. El hombre acude a
hablar con Helena, a la que cuenta sus problemas con Lidia. Ella cree
que finalmente el ex marido está recibiendo lo que merece, como pago
a todas sus equivocaciones. También lo entera del compromiso nupcial
de Guiada, a la que él felicita, pues Damián se ganó su confianza
desde el primer momento. Sin embargo Roberto no cree en el futuro
marido de la actriz y pide a Ia madre de esta que hagan ver a la
mujer que está cometiendo un error. Helena sin embargo considera que
el representante se está dejando llevar por los celos y considera
que ya es tiempo de que su hija sea feliz.
Margarita
pide a Yolanda que la ayude a conquistar a Juan José, pues ya no
puede más con lo que siente. La madre del muchacho le dice cuanto
desearía que ella se casar con su hijo, pues es una buena muchacha,
mas no puede mandar en el corazón de este. Le aconseja que busque
distraerse con otros chicos, como Quetzal, pero la chica se resiste y
pide a la mujer que le diga de quién está enamorado su vástago,
sorprendiéndola. Más tarde Yolanda pregunta esto a Juan José si
Guiada es la mujer de sus sueños. Él sabe que ha sido Margarita
quien sembró sospechas en su progenitora, por lo que se lo reprocha
y le deja claro que no la puede mar como ella desea. En un arranque,
la muchacha decide quitarse la vida, pues no puede más con lo que
siente. Es descubierta por Quetzal, quien la pone a salvo y le
asegura que, si ella le da la oportunidad, él puede demostrarle que
Juan José no es el único hombre sobre la tierra. La besa y ella le
corresponde.
NOVIEMBRE
2024. Ivonne tiene un enfrentamiento con Patricia,
lo que ocasiona que tenga una discusión con Manuel, al que culpa de
todo lo que ha vivido desde que perdieron al hijo que esperaban. Él
intenta hacerle comprender que está equivocada y que han sido sus
excesos la causa de todos sus fracasos como matrimonio. Le suplica
que entienda que ambos se han hecho mucho daño, que merecen ser
felices y que para ello deben separarse. Ella le jura que jamás le
dará su libertad, pues debe pagar por lo que le ha hecho. Harto de
la situación, él le anuncia que ha comenzado los trámites del
divorcio y ella no hace más que reírse de él para luego dejarse
llevar por la ira y maldecirlo delante de toda la gente en la
clínica. Manuel se marcha y en su auto llora invadido por la
frustración, mientras que Ivonne acude a Patricia
y Rogelio, a los que acusa de haber influenciado en su marido para
que tomara la decisión de dejarla. Los maldice y se altera cuando
Patricia le dice estar segura de que
necesita ayuda y la acusa de ser una sociópata. La enloquecida
Ivonne vuelve a casa y rompe todo a su paso, llenando de miedo a
Sara.
Damián
culmina unos negocios con su socio y cómplice: Víctor Allende, al
que invita a su boda y presume que se casará con una mujer hermosa y
sensible, inigualable. Luego el prometido busca a Guiada y se cruza
con Esteban, con quien decide hablar formalmente así como con
Helena, a los que promete que cuidará de su hija como a nadie.
Helena
hace una visita a su antigua casa, siendo recibida con alegría por
Yolanda y Juan José, al cual se le rompe el corazón al saber que la
mujer a la que por años ha esperado se casará. El chico se desahoga
con su madre, quien le pide que no se obsesione y entienda que Guiada
es mucho mayor que él y solo puede verlo como un hermano. El
muchacho sin embargo se niega a aceptarlo y trata con recelo a la
actriz, quien en parte entiende lo que le pasa y le asegura necesitar
de él.
Llama a Damián, el cual llega al lugar y es
presentado con el servicio pero su ahora empleado lo trata con
indiferencia. Este sin embargo le propone al muchacho que sean
amigos, pero ante su negativa comienza a sospechar de lo que siente
por Guiada, quien a su vez pide a Constanza que intenten estar unidas
y forme parte de su vida y los preparativos de su boda. Esta,
envidiosa, acepta con la única intención de estar cerca de Damián
y amargarle la vida a su hermana, a la que le cuenta de sus problemas
con Fausto y de una golfa que se ha metido entre ellos. Luego se
encuentra con Jerry, al que pide ayuda para amargarle la vida a la
amante de su marido. Este le recuerda que todo entre ellos quedó
claro y le presenta a Sebastián, para
luego decirle que se equivocó, pues él es capaz de estar con
cualquier hombre que merezca la pena, a diferencia de ella, que ama a
alguien que solo está a su lado por dinero y estatus.
Víctor
conoce a Nubia Zárate, una chica exuberante que lo ha enloquecido
con su sensualidad. Ella lo invita a salir con una amiga y él
convence a Damián que lo acompañe, como despedida de soltero. Este
acude al lugar y conoce a la amiga de Nubia, que no es otra que
Ángela, la cual de inmediato se siente atraída a él e intenta
seducirlo. Al saber que está comprometido dice no ser celosa e
intenta besarlo, pero ante el rechazo del hombre se desahoga con
Fausto, al que Damián reconoce cuando lo ve a lo lejos. Luego este
acude a casa de Helena y descubre que alguien vigila el lugar por lo
que persigue a esta persona en su auto pero quién vigila logra
escapar. Hace saber esto a Helena, quien teme a que le quieran robar
y toma medidas contratando seguridad. Por su parte Pilar tiene
terribles sospechas, mismas que calla para no preocupar a nadie.
Rogelio
debe hacer guardia en el hospital y esto lo aprovecha Patricia
para adelantar trabajo en casa, donde la intriga y el miedo se
apoderan de ella cuando se da cuenta de que alguien ha penetrado al
lugar. Decide indagar, tomando un cuchillo para defenderse. Pronto
alguien la sorprende por la espalda y la asfixia con una bolsa de
nylon. El cuerpo de la occisa es encontrado por Rogelio, quien sufre
por la pérdida lo mismo que Manuel, el cual considera que lo mejor
que podría hacer es volver al extranjero, por una larga temporada.
Se lo hace saber a Sara, la cual lamenta que su ahijado sea infeliz,
pues creyó que al casarse con Ivonne sería completamente dichoso.
Este vuelve a tener una pelea con la esposa, la cual dice alegrarse
de que Patricia esté muerta y desear
que todos los que le han hecho daño tengan el mismo destino.
Lidia
no está de acuerdo en que Constanza se involucre en la boda de
Guiada pero Esteban sí y por eso muestra gratitud a su hija menor,
quien no se separa de su hermana durante los preparativos y busca la
oportunidad de atrapar a Damián, quien la rechaza en todo momento,
hasta final de mes, cuando él y Guiada se casan llenando de dicha a
sus seres queridos. Es en esa boda que, al acudir a dar un paseo por
el jardín del lugar, Yolanda descubre que Lidia y Fausto son
amantes, pues los ve fornicando. Cree que tiene la obligación de
decirle la verdad a Esteban y Helena la nota nerviosa, mas la mujer
prefiere callar y guardar ese secreto.
Ángela
lee la nota de la boda de Guiada y Damián y lamenta que ella no
tenga la misma suerte. Esto lo aprovecha Berta para molestarla y
aconsejarle que acepte el trabajo de enfermera que le ha conseguido
con sus contactos, pues no tienen dinero y quizás un día pueda
asistir a un apuesto millonario y su vida de miseria cambiaría.
Helena
no es la única que ha descubierto la relación entre Fausto y Lidia,
pues también por accidente Jerry ha visto a los amantes fornicar y
no quita la mirada de Fausto, al que intimida más tarde cuando
delante de Constanza y Sebastián habla
de hombres que han sido infieles a sus esposas con las propias
suegras. Debido al calor de los ánimos, el alcohol en las bebidas y
las insinuaciones, Fausto arma una escena al amigo de su esposa, al
que intenta golpear, mas Sebastián
interviene. La pareja de homosexuales se marcha y Constanza discute
con el marido, quien le dice estar harto de ella. Luego busca a
Jerry, al que exige que le diga qué es lo que intentaba insinuar.
Este le dice estar al tanto de su relación con Lidia y estar más
que decidido a hablar con Esteban. Sin embargo Fausto no está
dispuesto a permitirlo y tras estar con él llama a uno de sus
contactos para dar la orden de ejecutarlo. Jerry es asesinado a
sangre fría mientras conduce su auto, pues le disparan en el alto de
un semáforo. Su muerte horroriza a todos, sobre todo a Constanza, a
quien Fausto asegura que nadie lamenta la muerte de un depravado.
Sara
busca a Octavio, quien es viejo amigo suyo, para pedirle que ayude a
Manuel en el proceso de su divorcio. El hombre, que es influyente,
logra que Manuel y Ivonne queden divorciados y cuando la mujer se
entera de que ya no es la esposa del hombre, pide verlo por última
vez, dentro del centro de rehabilitación. Allí, con frialdad y
orgullo deja entre ver al ahora ex cónyuge que ella asesinó a
Patricia. Él la sacude, la acusa de
estar loca y la mujer no hace más que victimizarse, por lo que él
es echado del lugar, donde ella decide suicidarse, cortándose el
cuello y las muñecas. Su muerte no causa más que alivio a Manuel,
el cual cree que no es correcto sentirse así por la pérdida y le
cuenta a Rogelio lo que ahora sabe. El amigo sufre pues Patricia
solo deseaba ayudar a Ivonne. Toma distancia de Manuel, quien se
refugia en Sara, quien le pide que se de tiempo. Es así que ambos
emprenden un viaje al extranjero, pues él está dispuesto a olvidar
el pasado.
Margarita
decide darle una oportunidad a Quetzal con el fin de olvidarse de
Juan José, con la única condición de que nadie sepa de su romance,
pues en el fondo la muchacha todavía tiene esperanzas con el amor de
su vida y esto lo sabe Yolanda, quien también sabe que le oculta
algo e intenta investigar con Quetzal, el cual no le dice nada.
Durante
su luna de miel, Guiada vuelve a sentirse mujer y agradece a Damián
el llenarla de dicha. No sospecha que la estén vigilando a lo lejos,
y que su marido lo sabe, razón por la que este constantemente mira a
través de las ventanas, hacia el exterior.
UN
AÑO DESPUÉS: Guiada comienza a prepararse para regresar a los
escenarios, situación que la ha acercado más a Roberto,
despertando esto los celos de Damián, con quien discute
constantemente. Ella comienza una gira de un mes y por esta razón él
decide pasar tiempo en La Luna, donde es acompañado por Víctor, el
cual ha notado que Juan José trata con desprecio al hombre, mismo
que deja claro al muchacho que él es su patrón y le debe respeto.
El empleado asegura que él solo está al servicio de Guiada y
entonces Damián habla con Yolanda, a la que dice que si ella y su
hijo no están de acuerdo con su presencia entonces deberán irse.
Víctor calma a su amigo y ambos salen a divertirse. Es en un bar
donde Damián se reencuentra con Ángela, quien lo seduce y al
escuchar que él está harto de la carrera de su mujer ella se lo
lleva a la cama, dándose cuenta de esto Juan José, quien no deja de
vigilar al hombre puesto que no confía en él y está convencido de
que esconde algo turbio.
Fausto
y Lidia han intensificado su relación, misma que es descubierta por
Margarita, a quien la mujer amenaza con echar a la calle y destruir a
Yolanda y Juan José si dice una sola palabra de lo que sabe. La
chica decide callar pero se porta nerviosa ante Constanza y Esteban,
quien no entiende lo que le pasa.
Guiada
revela a Roberto que ha comenzado a tener problemas con Damián pues
este no comprende su carrera y vive angustiado de que algo le pase,
convencido de que quieren hacerle daño. Roberto cree que esto es
absurdo y plantea a la actriz que quizás cometió un error
casándose con un hombre del que poco conocía. Pero Guiada en verdad
lo ama y considera abandonar su carrera artística para pasar tiempo
con él.
Ángela
está convencida de que su suerte cambiará y se convertirá en una
mujer millonaria, además de que se siente muy atraída a Damián. Le
cuenta esto a Nubia, a la que aconseja que comprometa a Víctor y así
las vidas de ambas cambien. Pero Berta duda que su nieta pueda
cambiar y la acusa de ser mala, escoria de la sociedad. Sabe lo
ambiciosa que es su nieta, a la que asegura que sin trabajo jamás
conseguirá lo que se propone. Ángela ofende a la anciana, pues está
harta de ella y de sus palabras. Berta la contempla con serenidad y
dice estar convencida de que la chica terminará mal mientras siga
calentándoles la cama a turistas por unos cuantos pesos, tal como lo
hacía su mamá. Furiosa, Ángela asegura que su madre no era ninguna
golfa y entonces Berta se ríe de ella para preguntarle por qué
entonces la abandonó con ella y su padre y se largó sin más a
seguir buscando placer en las calles.
Manuel
y Sara regresan al país luego de un año de viajes y él se toma un
tiempo para visitar la tumba de Ivonne y despedirse definitivamente
de ella, para luego encontrarse con Octavio y agradecerle, al igual
que su madrina, el haberlo ayudado. El médico se ha dado cuenta de
que a Sara no le es indiferente el abogado, por lo que la alienta
para que intente rehacer su vida. Sin embargo la mujer cree que es
demasiado tarde para eso.
Yolanda
se presenta ante Esteban, al que asegura que no permitirá más
insultos por parte de Lidia, la cual debería saber la verdad sobre
la paternidad de Juan José. Esteban no está dispuesto a que eso se
sepa pero la mujer advierte que si Lidia insiste en juzgarla y
ridiculizarla ante la gente, entonces todo se sabrá.
Margarita
ha terminado su relación con Quetzal luego de que han sido
descubiertos por Juan José, a quien ella le habla de lo que siente
por él y es rechazada. El chico le pide perdón por no
corresponderle y le asegura estar enamorado de otra mujer. Ella se
entera por Quetzal que se trata de Guiada, por lo que le aconseja a
su gran amor que no sea iluso, pues una mujer como esa jamás pondría
los ojos, y mucho menos el corazón, en un pobre criado como él. Con
esto, Juan José le deja claro que jamás querrá nada con ella y
rompe su amistad con Quetzal, pues no solo le ocultó el romance con
la chica, sino que le ha contado lo que él le ha contado como amigo.
Damián
hace una escena de celos a Guiada cuando la encuentra en brazos de
Roberto, desahogándose. El matrimonio discute y luego de forcejear
en casa ella decide salir a toda prisa en su auto, teniendo un grave
accidente que la lleva de regreso al hospital, donde se sorprende al
reaccionar y darse cuenta de que no puede ver. Luego de varios
estudios se le informa que ha quedado ciega y esto hace que Damián
se sienta culpable, además que Roberto no deja de señalarlo.
Sin
embargo Guiada pide a su marido que no se culpe, aparentando ser
fuerte, pero ante Helena y Pilar se desahoga pues tiene terror a lo
que le espera ahora que es incapaz de valerse por sí misma. Helena
le recuerda los juegos que hacía con su primer marido en la casa en
la niebla, como la conocen, la cual conoce del todo y en la cual
podría moverse en plena oscuridad, por lo que le aconseja que
vuelva. Es así que Guiada se despide temporalmente de los
escenarios, y de Roberto, para regresar permanentemente a Puerto
Vallarta, al lado de su marido y de su madre. El doctor recomienda
una enfermera que llegará a La luna. Cuál es la sorpresa de Damián
cuando la mujer que llega es nada más y nada menos que Ángela,
quien se muestra compasiva con Guiada, mientras coquetea, ante ella
con su marido, sin percatarse de que Juan José se encuentra muy
cerca, vigilándolos.
Octavio
habla a Esteban sobre el reconocido Manuel Negrete, un especialista
que podría regresarle la vista a Guiada. El preocupado padre intenta
hablar con su hija de esta oportunidad pero ella solo quiere estar al
lado de Damián, resignada a su ceguera.
Yolanda
habla del pasado con Helena, quien le asegura que si no revela a Juan
José el gran secreto que le ha guardado, le hará todavía más
daño. La mujer llora y revela que Esteban jamás le perdonaría que
revelara que el muchacho en realidad es un Elenes. Sin embargo Helena
considera que se debe saber la verdad, aunque al ex marido le pueda
más el orgullo y el renombre de su familia, sobre todo porque el
amor que Juan José siente hacia Guiada no puede ser y no solo por la
diferencia de edades, sino porque en ellos corre la misma sangre.
Berta
está convencida de que Ángela se trae algo entre manos y lo piensa
averiguar, por lo que hace una visita a Guiada, a la que le cuenta su
experiencia como enfermera y luego de decir que está retirada
menciona que Ángela, su nieta, es una novata, por lo que debe
tenerle paciencia y cuidarse de ella. Ángela aparece en ese momento
y sale con su abuela a la calle, donde discuten y la echa sin más.
Berta asegura a la muchacha que todos descubrirán sus intenciones.
Las ha escuchado Quetzal.
Constanza
se desahoga con Aarón, al que cuenta lo mal que está su matrimonio
con Fausto y cómo llevan una vida difícil desde que Esteban los
echó de su casa. Aarón intenta besarla y ella lo rechaza y abofetea
para ir en busca de su marido, quien se encuentra consolando a Lidia,
la cual no perdona que Esteban siga prefiriendo a Helena, a quien el
hombre revela que se arrepiente de haberla dejado.
Damián
intenta alentar a Guiada para que recobre la alegría y se someta a
más estudios que le devuelvan la vista. Ella se opone y le pide que
solo la ame. Damián le hace el amor y se sorprende cuando a la
habitación entra Ángela, quien se desnuda ante él y sin que la
ciega pueda notar su presencia. Damián sale de inmediato y con él
se lleva a la atrevida enfermera, a la que pide que se comporte pero
ella asegura no poder resistirse más a él. Le pide que la visite
durante la noche y él lo hace. Hacen el amor como bestias
insaciables.
Helena
visita a Esteban, con quien se desahoga por lo sucedido a su hija y
esto causa molestia en Lidia, la cual hace insinuaciones a la ex
mujer de su marido, el cual la calla alzando la voz y le asegura que
él y Helena siempre estarán unidos por su hija. Lidia se marcha y
Helena cuenta al hombre del amor que Juan José siente por Guiada,
por lo que él debe saber la verdad de su origen.
Esteban se opone
rotundamente y asegura que el chico jamás sabrá que él es un
Elenes. Accidentalmente son escuchados por Margarita, la cual habla
con el chico e intenta decirle algo pero Yolanda lo evita y habla a
solas con la muchacha, quien le dice saber la verdad y estar
dispuesta a hablar. Yolanda le pide que no intervenga si en realidad
ama a Juan José.
Margarita
intenta reconciliar su amistad con Juan José, al que revela que
Fausto y Lidia son amantes. Los escucha Yolanda, la cual no puede
creer los límites a los que esa mujer ha llegado. Luego consuela a
la muchacha, cuando esta llora al decirle que ama demasiado a su hijo
y le confiesa que hace un año se quiso matar y Quetzal la salvó,
razón por la que dio a este una oportunidad, aunque su relación no
funcionó.
Yolanda
acude a su madre, Eloísa, una mujer religiosa, dura y rencorosa que
no le perdona el haber dado un mal paso. La hija le dice vivir
atormentada por no poderle decir la verdad a su hijo, a quien la
abuela considera un bastardo indigno al que desprecia y se niega a
aceptar. Asegura a la hija que nunca le tenderá su mano y le desea
que su sufrimiento sea largo, pues de esa manera pagará la
penitencia de su pecado. Yolanda le pide perdón de rodillas y la
mujer le asegura que solo Dios puede perdonarla, mas ella nunca, ya
que llenó de vergüenza a su familia.
Helena
se asombra cuando entre su correspondencia aparece una nota que le
advierte que Guiada debe tener cuidado pues está corriendo grave
peligro. De inmediato se pone en contacto con Octavio, quien le pide
que no diga nada a la mujer y la lleva ante Manuel, al que piden
ayuda para devolverle la vista. Este los acompaña a hacerle una
visita en la casa en la niebla y se sorprende con su belleza. La
mujer no tiene más opción que dejarse hacer una revisión mientras
que Ángela y Damián intercambian miradas para luego salir del lugar
y encontrarse a solas en el cuarto de lavado, donde hacen el amor.
Fausto
y Constanza discuten y cuando ella lo acusa de ser un mantenido y
bueno para nada él pierde los estribos y la abofetea. Ella llora
inconsolable y es descubierta por Esteban, el cual le pide que le
diga qué es lo que sucede. Constanza le cuenta lo ocurrido y él de
inmediato sale en busca de Fausto, al que abofetea y asegura que no
permitirá que vuelva a tocar a su hija, a la que pide que se quede a
vivir con él y Lidia, la cual aboga por el golpeador. Esta vez
Esteban se opone rotundamente a los deseos de su mujer, a la que
pregunta por qué actúa como si prefiriera al yerno más que a su
hija, insinuando que Lidia le ama. Ella calla y sale de casa para
encontrarse con su amante, al que promete que nunca le faltará nada.
Fausto le dice que ha sido un infierno casarse con Constanza solo
para que ellos puedan estar juntos. Lidia lo besa y le asegura que a
ella no se le ocurrió mejor cosa para tenerlo durmiendo bajo su
mismo techo, pues no puede vivir sin él.
DICIEMBRE
2024. Quetzal dice a Ángela saber sus secretos así como sus
intenciones para lograr todos sus ambiciosos planes. Le exige dinero
y ella promete dárselo. Lo cita a las afueras de la ciudad, en una
noche en que la niebla es exagerada. Le entrega el dinero que este le
exigió y cuando él trata de propasarse carnalmente con ella, la
mujer se defiende y le dispara, matándolo. Al darse cuenta de lo que
ha hecho, toma el dinero y se marcha sin que alguien note que estuvo
en el lugar. La muerte del muchacho llena de dolor a quienes lo
quisieron, sobre todo a Juan José y Margarita, con quienes tuvo
fricciones y de los cuales se alejó antes de morir.
Su muerte es
investigada por el teniente Humberto Terán, un policía firme y
letal, sediento de justicia, que no piensa dejar impune el crimen y
de inmediato comienza una investigación junto con su colega Tito
Meneses.
Manuel
cree que Guiada puede recuperar la vista pero no puede dejar de
pensar en ella por lo que comienza a hacerle visitas constantes,
mismas que Damián y Ángela aprovechan para tener encuentros
sexuales. A la par de esto, Guiada sufre pesadillas que la despiertan
en medio de la noche, hartando a su marido, el cual también se
aprovecha de esto para pasar la noche fuera de su habitación, en los
brazos de la enfermera.
Helena
se entera de que padece un cáncer terminal y decide callarlo,
revelando su secreto solo a la fiel Pilar, quien la cuida,
inseparable, durante día y noche. Las visitas constantes de Octavio
a Helena y el desánimo de ella hacen que el hombre sospeche e
intente hablar con la sirvienta, quien lo niega todo y después se
encuentra con Eloísa, la cual huye de ella, llena de vergüenza. La
criada la alcanza y la pone al tanto de los sentimientos de su nieto,
Juan José, hacia Guiada, y le pide que convenza a Yolanda para que
hable con el joven hombre y evite que este sufra. Eloísa sin embargo
considera que el nieto nació con los mismos instintos sucios y
pecaminosos de Yolanda, a la que jamás ha querido.
Nubia
habla con Berta, quien le asegura que Ángela terminará muy mal al
querer encontrar la dicha y la comodidad de mala manera pues sabe las
intenciones por las que se infiltró como enfermera en la casa de
Guiada. Las escucha Víctor, quien busca a Damián y se entera por
este de los amoríos que tiene con la muchacha. Damián asegura que
Ángela es como nadie en la cama. Víctor está en desacuerdo con lo
que su amigo hace y se sorprende cuando este le dice que de cualquier
manera para él Guiada es un negocio. El amigo le aconseja que haga
las cosas con sinceridad y no olvide que por traicionar a otras
personas ya pasó una temporada en la cárcel, en su pasado.
Constanza
hace una visita a Guiada y descubre a Juan José bañándose en la
alberca, quedando impresionada por la sensualidad y erotismo que el
chico posee. Se acerca a él, intimidándolo, y cuando está a punto
de besarlo aparece Yolanda, quien reprende a su hijo y le prohíbe
que se mezcle con las patronas. Él dice querer a Guiada y Constanza
solo como eso pero Yolanda no le cree ya que sabe lo que siente por
la mayor. Aun así a la mujer se le escapa decir que es lo mejor
puesto que es lo que son. El chico entonces intenta obligarla a
decirle si él es un Elenes y si ella se le metió en la cama al
patrón. Yolanda lo abofetea y le exige que no la vuelva a insultar y
mucho menos a cuestionar. Sale de inmediato de casa y busca a
Esteban, al que dice que es necesario que Juan José sepa la verdad.
Ambos visitan el reclusorio buscando a Agustín Elenes, palideciendo
cuando les informan que el hombre salió de prisión hace más de dos
años. Vuelven a casa y Yolanda llora, por lo que Esteban la abraza
pidiéndole que no se preocupe. Son vistos por Lidia, la cual acusa a
la mujer de ser una cualquiera que quiere robarle al marido, no
conforme con haber sido la amante del hermano de este. Ambas discuten
y cuando Yolanda acusa a la mujer de ser una golfa que engaña a su
marido, Lidia la abofetea y esta se marcha, no sin antes advertirle a
Esteban que tenga mucho cuidado, pues le están haciendo de chivo los
tamales. El matrimonio discute y luego el marido revela sentirse
amenazado tras la salida de la cárcel de su hermano y no saber nada
de él. Lidia palidece ante la noticia y, nerviosa, teme a que algo
terrible pueda ocurrir.
Humberto
y Tito siguen la pista del asesinato de Quetzal y al notar el
distanciamiento entre este y Margarita y Juan José, hablan con estos
últimos, pues sospechan que ellos saben algo que no les quieren
decir. Tito pone los ojos en la muchacha, con la que simpatiza, por
lo que pronto la invita a tomar un café. Esta invitación es
presenciada por Juan José, razón por la que la chica rechaza al
policía.
Manuel
trata con ternura a Guiada y esto despierta los celos de Damián,
quien discute con su esposa y la acusa de estarse valiendo de su
ceguera para seducir al doctor. Guiada llora y se desahoga con Juan
José, quien la defiende y discute con el marido, enfrentándose
ambos a golpes. Son descubiertos por Yolanda, quien los separa y se
da cuenta de que a lo lejos Ángela solo se ríe ante la situación
en vez de hacer algo. Damián pone a los empleados de patitas en la
calle y aunque Juan José no desea dejar a Guiada sola, Yolanda
decide que lo mejor será marcharse. Se van y cuando la ciega se
entera discute de nueva cuenta con su cónyuge, quien la deja sola
para revolcarse con Ángela, la cual le propone que maten a Guiada y
ellos gocen de toda su fortuna.
Helena
se siente cada vez peor y es cuidada por Pilar, quien al mirar por la
ventana de la casa descubre que en la calle se encuentra Agustín.
Sale a buscarlo de inmediato pero el hombre ya ha desaparecido y por
medio de un teléfono público se comunica con Damián, al que
pregunta por su esposa. Le asegura que debe tenerla comiendo de su
mano así la mujer no sospechará que el accidente en que perdió la
vista ni el atentado en que la conoció fueron provocados por ellos,
justo para que Agustín se vengue de Esteban.
Yolanda
se percata de la atracción de Constanza hacia Juan José y busca a
Eloísa, a la que pide consejo pues se siente entre la espada y l
apared y teme al rechazo de su hijo al saber la verdad que le ha
ocultado. La anciana solo la ofende y dice sentirse feliz de que
sufra, pues esa es la cruz que debe cargar. La hija le pide que le
diga el por qué siempre la ha rechazado y le ha negado su amor.
Eloísa no se tienta el corazón para revelarle que la detesta desde
que nació, negándose a decir algo más.
Roberto
hace una visita sorpresa a Guiada y descubre que la puerta de acceso
a la casa está abierta. Penetra y se lleva una sorpresa al ver a
Damián y Ángela fornicando en la alberca. Está decidido a
desenmascararlos ante su amiga pero los amantes ahora se vuelven
cómplices y ahogan al representante en la alberca. Luego Damián lo
carga, lo sube en su propio auto y lo lleva hasta su casa,
arrojándolo también en la pileta, junto con la podadora conectada a
la corriente eléctrica, para que todo parezca un accidente. Cuando el
cuerpo es encontrado, la noticia estremece a Guiada, quien se hunde
cada vez más en depresión.
Esteban
visita a Helena y descubre que está terriblemente enferma. Ella le
pide que calle y él, con llanto, le pide perdón por haberla
engañado con Lidia, asegurando que no ha habido un solo día en el
que no se arrepienta ni pague el precio de su error.
Constanza
se acuesta con Aarón, decidida a olvidarse de Fausto, quien a su vez
hace el amor a Lidia sin sospechar que Agustín está a punto de
descubrirlos. Este les aplaude y felicita a su cuñada por no haber
abandonado sus viejos hábitos, haciendo mención de cuando se
acostaba con él y Esteban al mismo tiempo. Asustada, Lidia le
pregunta qué es lo que quiere y el cínico hombre se lo dice:
Recuperar lo que es suyo.
Ella lo acusa de ser un ladrón que estafó
a su propia familia y mató a su propia mujer. Agustín ríe y le
recuerda que eso no es cierto y ambos son cómplices de aquellos
crímenes, aunque ella lo traicionó y se casó con su hermano para
asegurar su futuro.
Manuel
no deja de pensar en Guiada y cuenta a Sara como es que la mujer lo
ha enternecido. Esta a su vez se lo dice a Octavio, quien lamenta que
el médico no haya aparecido en la vida de la mujer antes que Damián,
a quien él no le tiene la mima confianza que los Elenes, ya que se
le hace un hombre misterioso que oculta algo. Por otra parte el
hombre tiene en casa a Juan José y Yolanda, quien le revela de la
desaparición de Agustín. Hablan del pasado y como Yolanda fue la
amante de ese hombre que solo la utilizó para salirse con la suya.
Son escuchados por Juan José, quien finalmente comprueba que es un
Elenes y que el gran amor de su vida, Guiada, es su prima. Sufre y
rechaza a su madre, la cual teme a perderlo. Octavio está seguro de
que todo se solucionará. Por su parte el muchacho se desahoga con
Margarita, quien lo consuela y le aconseja que entienda el silencio
de Yolanda, la cual solo quiso protegerlo.
Tito
insiste a Margarita para que acepte salir con él y ella finalmente
acepta, mas se da cuenta de que el policía solo desea obtener
información para aclarar el asesinato de Quetzal. Se lo cuenta a
Juan José, el cual habla con el investigador, dejándole claro que
ellos no tuvieron que ver con ese crimen. Este se lo cuenta a
Humberto, quien tiene la certeza de que los muchachos no cometieron
el crimen, pero saben quién puede estar detrás de él.
Guiada
depende todo el tiempo de Damián, el cual está harto y cansado de
sus peticiones y en sus propias narices, se besa con Ángela mientras
esta la baña. Guiada cree que la enfermera es bondadosa pues ha
tomado responsabilidades de Yolanda. Ángela asegura que para ella es
un placer servirles a ella y su marido, quien la lleva a casa en su
día de descaso, donde la chica se enfrenta a Berta, la cual sabe lo
que está haciendo pues ha hablado con Yolanda. Ángela se sincera
ante su abuela, la cual la maldice pues la sabe idéntica a su madre,
la cual fue una perdida. Ángela, harta de los insultos de la
anciana, la abofetea, arrojándola al piso, desde donde la vieja
Berta le asegura que nunca le ha mentido y que su madre fue una
prostituta que la abandonó desde que la echó el mundo, pues nunca
la quiso, y ella ha heredado su mala sangre. Ofuscada por la ira,
Ángela asegura que eso no es cierto y deja caer una cómoda sobre su
abuela, para entonces salir corriendo sin percatarse de que Nubia la
ha visto pues ha ido a visitarla. Cuál es la sorpresa de la amiga
cuando se entera de la muerte de Berta, pues teme a que haya sido
provocada por la propia nieta de la mujer. Por su parte Ángela
recibe el pésame de los Elenes, principalmente de Guiada, quien pide
a Damián que cuide de la chica. Este se aprovecha de la petición
para hacerle el amor a su amante, quien lo convence de que tiendan
una trampa a Guiada y la maten. Damián se comunica con Agustín, al
que dice que el momento definitivo ha llegado pero quiere el doble de
la cantidad de dinero de la herencia de la que será su difunta
esposa. Agustín se niega a aceptar chantajes.
Eloísa
contempla una fotografía de Yolanda, cuando esta era joven, y la
quema. Después toma un álbum entero de fotos que arroja a la hoguera
de su chimenea. Asegura que la hija deberá cargar con el secreto que
le carcome desde el alma, así como ella también lo ha hecho durante
años. La maldice por ser la causa de su sufrimiento y toda su
vergüenza, jurando que nunca le otorgará la más mínima muestra de
amor o clemencia.
Manuel
hace saber a Sara su sospecha acerca de la infelicidad de Guiada a
pesar de tenerlo todo. Esta descubre que su ahijado está enamorado y
le recuerda que esa mujer es casada, por lo que si desea rehacer su
vida, darse una nueva oportunidad, debe buscar en otros horizontes.
Luego el doctor intenta convencer a Guiada para que se opere y ella
se niega, siendo apoyado por Damián, quien reclama al médico el
estarse interesando tanto en su esposa. Manuel asegura que eso no es
verdad y que sabe que la mujer jamás le faltaría a su marido como
él le ha faltado con la enfermera Ángela, misma a la que el doctor
pide referencias pues sospecha que en realidad es una farsante.
Margarita
insinúa a Tito que quizás Berta no murió accidentalmente y que la
persona que pudo haber provocado su deceso pudo ser la misma que mató
a Quetzal, por lo que el policía pone en alerta a Humberto y
comienzan a vigilar a Ángela.
Fausto
descubre que Constanza y Aarón lo han engañado por lo que los
enfrenta. Aarón le recuerda que no tiene cara para culparlos de nada
y mucho menos a Constanza, ya que él ha sido amante de Lidia durante
muchos años. Ella no puede creer lo que ha escuchado, los desprecia
a los dos y acude a hacer reclamos a su madre, delante de Esteban,
quien pide a su mujer que conteste a las preguntas de su hija. Lidia
lo niega todo, desesperada, se encierra en su habitación y entonces
Esteban la enfrenta, sacudiéndola. Ella lo reta a que la mate, tal
como hace años hizo con la esposa de Agustín, al que inculpó para
no ir a la cárcel. Esteban asegura que eso no es cierto y llama a
Octavio, al que hace saber que ha tomado la decisión de divorciarse.
De nueva cuenta discute con Lidia, quien maldice a Yolanda por haber
abierto la boca y despotrica en su contra. Aparece Margarita para
defender a la madre de su amado Juan José y revela a Esteban que
ella misma vio su mujer revolcarse con Fausto y calló porque la
mujer la amenazó con hacerles daño a Yolanda y Juan José. Invadido
por la ira, Esteban echa a su mujer de casa, arrastrándola de los
cabellos, mientras ella exige sus derechos. El hombre le aconseja que
no haga más grande el asunto porque está decidido a hundirla. Lidia
entonces pide piedad a Constanza, quien la desprecia y no la acepta
en su casa, al igual que a Fausto, quien descubre que su esposa ha
cambiado las chapas de la puerta de entrada y le exige que le abra,
sin obtener respuesta.
Víctor
hace saber a Damián que Nubia vio salir a Ángela, furiosa, de la
casa de Berta, la tarde en que esta murió. Damián defiende a la
enfermera y Víctor cree que su amigo se ha obsesionado con la chica
y teme a que nuevamente esté jugando con fuego. Damián pide a su
amigo que no interfiera en sus asuntos y se dedique a callarle la
boca a Nubia. Luego cuenta a Ángela de las sospechas de su amiga y
esta le hace una visita para amenazarla. Por su parte Damián decide
prescindir de Manuel, al que niega el acceso a su casa. Guiada los
escucha discutiendo y llega hasta ellos, sorprendiendo a su marido,
al que revela que conoce la casa en la niebla como la palma de su
mano. Asegura que no permitirá que se prescinda de Manuel, el cual
le es de mucha ayuda. Damián se marcha de casa, furioso, y la
invidente pide ayuda a su doctor, al que revela sospechar que algo
está ocurriendo pues no es normal que Damián haya corrido a Yolanda
y Juan José. El doctor le promete ayudar a descubrir la verdad.
Juan
José se topa con Eloísa, quien lo llama bastardo y ante los
cuestionamientos del muchacho le aconseja que hable con Yolanda, pues
ella tiene mucho que decirle sobre su padre, el cual se encuentra
demasiado cerca. El chico hace reproches a su progenitora, quien
acude a Eloísa para recriminarle lo que ha hecho. Le pregunta por
qué la odia tanto y la madre la acusa de ser la causante de su
vergüenza.
La hija llora, le pide que la perdone por haberse
enamorado de un hombre mayor y haber sido madre sin haberse casado,
enmudeciendo cuando la progenitora le revela que su odio y rechazo no
es solo por eso, pues la odia desde que la supo concebida. Llora,
llena de amargura, y la corre de su casa, recordando ambas como
también la corrió en cuando el padre de Yolanda murió, ya que
jamás la quiso cerca.
Agustín
se presenta ante Helena, quien le pide que deje de esconderse como un
criminal y limpie su nombre. El ex presidiario asegura que se vengará
de Esteban por haberle arruinado la vida e impedir que estuviera con
la mujer que ama. Helena revela que está próxima a morir y que por
ello no puede seguir callando secretos. Jura que entre Esteban y
Yolanda nunca existió nada y que todo fue una mentira de Lidia para
separar a los hermanos y llenar de odio la mente de su esposa muerta.
Agustín asegura que cuando él llegó a casa y descubrió el cuerpo
moribundo de su mujer, antes de tomar el arma homicida, la escuchó
pronunciar el nombre de Esteban. Aparece entonces Pilar, asegurando
que la difunta solo quería proteger a su cuñado, el cual se
encontraba con Helena en esos momentos. Agustín, confundido, no
entiende de quién querría proteger su mujer a Esteban. Se estremece
cuando Helena le pregunta quién se benefició de todo lo acontecido.
El hombre jura que se vengará y ella le pide que no cometa ahora un
crimen, pues tiene familia, ya que Yolanda tuvo un hijo suyo. Agustín
busca de inmediato a Yolanda, a la que asegura que él no asesinó a
su mujer y que fue víctima de una trampa. Desea conocer a su hijo
pero ella se lo prohíbe. Son descubiertos por Juan José, quien
pregunta a su madre quién es ese hombre. Ella se niega a decírselo
y entonces aparece Octavio, el cual asegura al chico que ese hombre
es su padre. Agustín intenta abrazar a Juan José pero este lo
rechaza.
Ángela
y Damián saben que no tienen tiempo qué esperar y deciden mover
objetos y muebles de la casa para tenderle una trampa a Guiada, quien
al caminar en la penumbra, en la segunda planta, se confunde y por
ello cae desde un barandal, al vacío. Es llevada de emergencia al
hospital, donde Manuel se encarga de atenderla mientras que Esteban
reprende a Damián por no tener cuidado, así como a Ángela, a la
que da un cheque para que abandone la casa, corriéndola. Damián se
opone pero Esteban ha dicho su última palabra por lo que el marido
sale detrás de la enfermera y la abraza en el estacionamiento, donde
son sorprendidos por Agustín, quien pregunta a su cómplice quién
le dio la autorización para deshacerse de su sobrina. Le deja claro
que le dará el dinero pactado desde que estuvieron juntos en la
cárcel y no más, pues no quiere que mate a nadie ni que continúe
con sus planes. Ángela interfiere y asegura que eso es demasiado
tarde.
Manuel
decide hacer estudios a Guiada, descubriendo que no hay motivos por
los cuales ella pueda padecer ceguera. Cuando la mujer vuelve en sí
descubre que ha recuperado la vista pero decide ocultarlo. Se asombra
al conocer el rostro de Manuel y pide ver a Helena. Sabe que el
silencio de todos es señal de que le ocultan algo por lo que exige
ver a su madre. Es Esteban quien le informa que Helena se encuentra
delicada y padece un cáncer agresivo.
Lidia
penetra en casa en busca de sus joyas pero no logra encontrar nada.
Exige a Margarita que le diga en donde están sus pertenencias.
Aparece Constanza para decirle que ya no tiene nada desde que los
engañó a ella y a Esteban. Lidia se burla de su hija, revelando lo
estúpida e ingenua que siempre la ha creído, así como muy poca
mujer para Fausto. Esta, en un arranque de furia, abofetea a su
madre, dejándola ofuscada.
Yolanda
no comprende el odio que su madre siempre le ha tenido y también
padece las preguntas de Juan José, al que asegura que nunca le dirá
nada sobre su padre.
ENERO
2025. Damián lamenta que Guiada no haya muerto y finge delante de
los Elenes una preocupación que la misma Guiada no comprende. El
hombre pide a su esposa que vuelvan a casa y ella se niega a hacerlo
sin antes pasar unos días con su madre. Por ello es llevada a casa
de Helena, donde la mujer pide a Juan José que visite la casa en la
niebla y verifique si los muebles y objetos están en el lugar de
siempre. Este obedece y descubre que todo ha sido cambiado de lugar.
Se lo informa a Guiada, la cual revela a Pilar tener la sospecha de
que Ángela y Damián son amantes y planearon matarla. Por eso la
mujer, al paso de unas semanas, decide volver a casa y reinstalarse,
así como volver a contratar a Ángela, dispuesta a llegar al fondo
de la verdad. Cuál es su sorpresa cuando la enfermera la baña y se
besa con Damián al mismo tiempo, así como cuando Guiada se queja
por las noches y Damián le dice que estará en el cuarto de visitas,
al que acude a espiarlo, viendo como fornica con la enfermera y cómo
los dos lamentan el haber fallado en su primer intento para matarla.
Guiada llora, los maldice, y llama por teléfono a Yolanda, a la que
pide que vuelva pues necesita de ella. Cuando la mujer se presenta,
Ángela la corre pero aparece Guiada para dar a conocer que tanto
Yolanda como Juan José se reincorporarán en el servicio y nadie
podrá echarlos jamás. Damián enfurece ante la decisión de su
mujer, a la que reclama el desautorizarlo ante los empleados. Calla,
sorprendido, cuando Guiada le hace saber que ella ya lo consintió
recontratando a Ángela, por lo que él ahora tiene que ceder. El
hombre busca a la enfermera y le dice sospechar que Guiada sabe de su
relación.
Octavio
y Sara se han vuelto grandes amigos y él la invita a cenar. Terminan
besándose y la mujer se ruboriza. Le cuenta todo a Manuel, quien le
pide que se dé la oportunidad de vivir su propia vida. La madrina lo
abraza, pues se siente dichosa de haber encontrado el amor, aunque
sea en la tercera etapa de su vida.
Fausto
se encuentra destruido y busca a Constanza para pedirle perdón. Ella
lo rechaza y le dice que dentro de poco, con ayuda de Octavio,
quedarán divorciados. El hombre se alcoholiza y es sorprendido por
Lidia, quien le dice que ambos recuperarán su vida y le propone que
mate a Esteban para que ella lo herede y juntos gocen de su fortuna.
El decidido Fausto acepta y consigue un arma de fuego, sorprendiendo
a Esteban a las afueras de su casa, donde lo amenaza. El hombre
suplica al muchacho que no cometa una locura pero este ya está
decidido a todo por Lidia y le dispara para entonces huir y
encontrarse con Lidia, quien le hace saber que a ella nunca le ha
gustado dejar huella ni testigos de sus asuntos. La mujer toma la
misma arma homicida y dispara a su amante, matándolo, para entonces
poner la pistola en manos del hombre y hacer parecer que todo fue un
suicidio.
Reinstalada
en casa, Guiada pide a Juan José que sea sus ojos y vigile a Damián
fuera de casa, en todo momento. El chico así lo hace y a la vez
recuerda las palabras de Eloísa sobre su padre, por lo que la busca
para suplicarle que le diga todo lo que sabe. La anciana solo se
burla de él y lo echa de su casa, exigiéndole que no vuelva. Cuando
el chico sale del lugar, se encuentra cara a cara con Yolanda, a la
que pide una explicación sobre su presencia en casa de la anciana.
Ella le revela que Eloísa es su madre y que le ocultó su existencia
porque la mujer nunca los ha querido. El muchacho suplica a su
progenitora que le diga quién es su padre pero ella se niega
rotundamente. Luego él descubre que Damián tiene nexos con Agustín
y se lo cuenta a la mamá, quien horrorizada busca al hombre y le
dice saber que Damián es su infiltrado y que a través de él quiere
vengarse de Esteban, haciéndole daño a Guiada.
Agustín acepta que
en un principio así fue pero que ahora ha descubierto que estaba
equivocado y que no fue a la cárcel por culpa de su hermano. Recibe
una llamada de Pilar, la cual le informa que Esteban fue atacado por
lo que sale de inmediato al hospital mientras que Yolanda da aviso a
Guiada, la cual es llevada al lado de su padre, quien le asegura que
siempre ha sido el amor de su vida. Guiada revela a su padre que
puede ver y que luchará por ser feliz y acabar con las mentiras y
engaños que envuelven a su familia. Luego Esteban pide perdón a
Helena y Agustín por el daño que les causó sin querer y muere.
Constanza
se entera de la muerte de Fausto y que este fue quien disparó a su
padre. Se siente sola y cuando Lidia aparece en el hospital fingiendo
preocupación por ella, la culpa y la hace responsable de ambas
muertes. Esto levanta sospechas en Agustín, quien está convencido
ahora de que esa mujer ha sido la responsable de todas las desgracias
de su familia. Helena piensa lo mismo y sufre una tremenda recaída
en el en entierro de Esteban, el gran amor de su vida. En todo
momento es apoyada por su hija y Eloísa.
Nubia
y Ángela se encuentran y se tratan como dos desconocidas. Ángela
insiste a su amiga para que vuelvan a ser las de antes pero Nubia
está convencida de que la enfermera fue la responsable de la muerte
de Berta y deja entre ver esto a Humberto y Tito. Al darse cuenta de
que es vigilada y que su amiga pudo ser la responsable de esto,
Ángela decide darle un escarmiento y busca a Vicente, al que seduce
y besa al percatarse de la presencia de Nubia, quien se abalanza
contra ella para desgreñarla, asegurando saber que Vicente le es
fiel y solo ha querido provocarla. La amenaza con contar lo que sabe
a la policía y por ello la malvada Ángela acude al departamento de
su amiga, donde abre las llaves de gas, cerrando todas las ventanas.
Cuando Nubia entra al lugar, acompañada de Víctor, desde la calle
Ángela arroja una botella con gasolina y estopa encendida. El lugar
explota violentamente.
Agustín
amenaza de muerte a Lidia pues ahora sabe que ella ha sido la
responsable de las desgracias de su familia, así como la asesina de
su difunta esposa. Cínica, la mujer asegura que jamás le ha gustado
compartir a sus hombres y aquella mujer ya se había vuelto un
problema para todos, principalmente porque se embarazó del hombre
equivocado: Esteban, con el que ella se casó al percatarse de que
con Agustín en la cárcel podría casarse con él. Revela que es la
asesina y que deseaba inculpar a Yolanda Peláez, la amante del
hombre en aquél entonces. Agustín toma a la mujer del cuello,
dispuesto a estrangularla, y aparece Yolanda para pedirle que la
suelte y no se ensucie las manos por ella, que siempre ha actuado por
el cochino dinero que nunca tuvo y que llegó a tener de mala manera.
Lidia asegura que no hay manera de comprobar que ella tuvo que ver
con aquél viejo crimen ni que es la autora intelectual de la muerte
de Esteban, al que heredará.
Guiada
pasa mucho tiempo con Manuel y se muestra indiferente ante Damián,
quien sospecha que sabe algo, por lo que pide a Ángela que actúen
de inmediato. Ángela sin embargo solo piensa en la explosión del
departamento de Nubia, quien ha sobrevivido pero se encuentra muy
grave, con quemaduras insólitas por todo el cuerpo. Cuando Damián
se entera de la muerte de Víctor, cree que Ángela tuvo que ver y se
lo reprocha. Ella llora y revela haberse cegado por la ira y haber
querido hacerle daño únicamente a Nubia. No se dan cuenta de que
Guiada los ha escuchado y que de inmediato se ha comunicado con
Manuel para pedirle que acuda a su lado, a ayudarla. El doctor le
pide que guarde la calma y finja no saber nada hasta encontrar
pruebas que incriminen a la enfermera, de quien Guiada está
convencida que Damián es cómplice, así como que quisieron matarla.
Al
enterarse de que Nubia está viva, Ángela teme a que esta pueda
revelar lo que sabe y acusarla de la explosión de su departamento
por lo que se vale de su uniforme de enfermera para acudir al
hospital en que se encuentra y maldecirla por haberla querido
traicionar, pero se da cuenta de que la policía se encuentra
presente. Sin embargo Humberto no puede hablar con la víctima, pues
esta se encuentra muy grave y sin la menor posibilidad de hablar. La
pobre Nubia tiembla del dolor y ardor que siente por las graves
quemaduras. Al irse la policía, Ángela penetra en su cuarto y se
burla de ella. Le dice ser buena amiga, por lo que la ayudará a no
sufrir más. Le inyecta grandes dosis de un tranquilizante que
terminan por apagar la vida de la mujer.
Manuel
hace una visita a Guiada y se besan accidentalmente. Ella se muestra
intranquila y él descubre que en realidad puede ver. La mujer le
pide que no la descubra pues desea llegar hasta las últimas
consecuencias y desenmascarar a Ángela y Damián.
Eloísa
padece la insistencia de Juan José para que le diga quién es su
padre. Cuando el muchacho le dice saber que ella es su abuela, la
mujer lo niega rotundamente y le asegura que ella jamás reconocería
a un bastardo. Yolanda interviene para defender a su hijo y la
anciana, furiosa, los corre. En ese momento la hija le exige que le
diga por qué los odia tanto y a ella jamás le demostró amor.
Eloísa le confiesa entonces que ella se casó con su padre por una
razón: Porque este la deshonró, la hizo suya a la fuerza y de ese
acto asqueroso y vil ella resultó embarazada y tuvo que casarse
forzosamente con alguien a quien no amaba, haciéndole creer que le
hija que llevaba en las entrañas era suya. Llena de odio confiesa lo
amarga que ha sido su vida por haber parido a la bastarda de un
violador del que nunca supo el rostro, pues fue violentada en el
bosque. Le dice cuando ella le recuerda aquel momento, aumentando
cada vez más su odio y desprecio. Yolanda sufre al enterarse de
esta dura verdad y cuando la madre la acusa de ser tan mezquina como
su verdadero progenitor, decide olvidarse de ella para siempre y se
decide a contarle a Juan José la verdad de su origen y como se
enamoró de Agustín, el cual estaba decidido a divorciarse para
casarse con ella, a pesar de que Lidia intentó interponerse pues
siempre estuvo obsesionada con el hombre. Juan José abraza a su
madre, a la que le cree, y decide hablar con Agustín, quien le dice
que pasó años en la cárcel por un crimen que no cometió y del
cual es responsable Lidia, misma que es sorprendida por la policía
en un hotel de segunda, donde es arrestada sin que se le diga de qué
la acusan. Es entrevistada por Tito y Humberto, el cual le dice que
tiene en sus manos una confesión que ella misma hizo. Le muestra el
video en que ella habla con Agustín y acepta que mató a su esposa
así como fue autora intelectual de la muerte de Esteban. Lidia lo
niega todo, asegurando que es un montaje, pero en realidad está
hundida pues aunque limpió sus huellas del arma con que mató a
Fausto, sobre el cuerpo de este se encontraron restos de cabello
suyo. La mujer es encerrada y llama por teléfono a Constanza, quien
acude a ella. Lidia le suplica que contacte a Octavio y haga que la
libere, maldiciendo a quien quiera que haya sido el que la filmó,
convencida de que todo fue una trampa de Yolanda y Agustín para
hundirla. La mujer se impacta cuando Constanza le confiesa que fue
ella la que la grabó y entregó a las autoridades, para que pague
por todo el daño que ha hecho. Le asegura que no pedirá ayuda a
nadie y se despide de ella para siempre, deseándole que en el penal
le den el trato que se merece. La muchacha se reúne con Aarón, con
quien visita a Helena para pedirle perdón por el desprecio que
siempre sintió hacia ella, cegada por las mentiras de su madre, la
cual finalmente se encuentra en el lugar que merece.
Durante
una tarde de neblina, Manuel descubre a Damián y Ángela besándose
y aunque estos, llenos de nerviosismo, aseguran que las cosas no son
lo que parecen, el médico revela no tener por qué pedir
explicaciones y lamenta que engañen a Guiada, la cual ha puesto en
ellos toda su confianza.
Los dos hombres se hacen de palabras y
Damián echa al médico de su casa. Aparece Guiada preguntando qué
es lo que sucede y entonces Manuel se marcha. Guiada comienza una
discusión con Damián y Ángela se disculpa para marcharse pero
aparece Yolanda y le pide que se quede y, ahora sí, los dos le digan
a Guiada lo que se traen. Ninguno de los amantes da una explicación
y Damián se retira a su habitación, donde se da una ducha sin
percatarse de que alguien, a través de una ventana, ha arrojado una
víbora ponzoñosa que le mete un susto pero no logra morderlo. Es
entonces que el hombre cree que su esposa sabe lo suyo con Ángela y
que Yolanda y Juan José le han servido de ojos, por lo que decide
ponerle fin al asunto y durante la noche se encuentra con su amante,
la cual acude al cuarto de Ángela para inyectarle un sedante que la
pone a dormir, mientras que Damián se encarga de Juan José, al que
golpea en la nuca y luego ata de manos y pies. No saben que Guiada se
ha dado cuenta de todo y que ha llamado a Manuel para pedirle ayuda.
Aprovechándose de la noche y la neblina, la mujer abandona su
habitación para quitar la electricidad y esconderse en un lugar
seguro, ganando tiempo. La falta de luz hace que Damián y Ángela
den pasos torpes. Ambos comienzan a buscar a la mujer, persiguiéndola
para deshacerse de ella. Damián le pide que no se esconda ni se
resista pues sabe que le ha llegado la hora. Ángela es quien da con
el escondite de Guiada, a la que intenta ahorcar, maldiciéndola.
Forcejean y cuando todo parece que la enfermera lleva las de ganar,
Guiada le muestra que no está ciega y la empuja, haciendo que ruede
por las escaleras para entonces escapar. Pero ha sido vista por
Damián, el cual la persigue mientras Manuel se acerca y da parte a
la policía, por lo que el teniente Terán se desplaza en
helicóptero. Por su parte, Ángela resulta ilesa y acude a buscar a
su víctima. Todo se vuelve una confusión y entre la penumbra Damián
confunde a Guiada con la enfermera, a la que toma del cabello para
clavarle un puñal. Se sorprende al escuchar la voz de Guiada, quien
le dice que se ha equivocado y ha asesinado a su amante. La
protagonista enciende las luces, se muestra entera, decidida y con la
mirada sana, estremeciendo a su marido, al que asegura saber que le
tendió una trampa desde el principio, para matarla y apoderarse de
su dinero. Humberto y Tito aparecen con un escuadrón policíaco y
Damián escapa hacia el bosque, en medio de la neblina. Es perseguido
por Manuel, quien luego de una persecución lo pierde de vista,
mientras que Guiada es puesta a salvo lo mismo que Juan José, a la
vez que Yolanda es enviada de emergencia a un hospital, lo mismo que
Ángela, quien reacciona dentro de la ambulancia, donde es presionada
por Humberto para que confiese que ella mató a Quetzal, Berta y
Nubia. La mujer se ríe de él, lo niega y jura que nunca aceptará
sus crímenes. Engaña al policía y logra escapar. Se interna
también en el bosque, donde malherida, y desangrándose, busca un
refugio. Finalmente logra encontrarse con Damián, quien le pide
perdón pues la confundió con Guiada. La sorpresa de los amantes es
letal cuando escuchan gruñidos y se dan cuenta de que son presa de
una jauría de lobos hambrientos. El villano sabe que los ha atraído
la sangre de la mujer, por lo que para escapar la toma y la arroja a
las bestias, mismas que la devoran mientras él corre, siendo
perseguido por otras hembras dispuestas a matar. Acorralado, pierde
el equilibrio y cae accidentalmente en un río, el cual lo arrastra.
Manuel
no se separa un solo instante de Guiada, la cual está convencida de
que la casa en la niebla no es lugar para ella por lo que decide que
lo pondrá a la venta. Pronto aparece ante ellos Agustín, a quien le
cuentan lo que pasó. Él se sincera con la sobrina y le hace saber
que en su afán por vengarse de Esteban, contrató a Damián, a quien
conoció en la cárcel, para que la enamorara y llegado el momento la
matara, causándole así gran dolor a su hermano. Guiada reprocha a
su tío el haber sido capaz de semejantes cosas y han sido escuchados
por Juan José, el cual desprecia a su padre desde ese momento y no
se separa un solo instante de Yolanda, a la que cuenta todo cuando
vuelve en sí, mientras que Guiada es llevada a casa de Helena, donde
Manuel cuenta lo sucedido y admite ante Octavio que está enamorado
de la mujer.
TIEMPO
DESPUÉS: Guiada entierra a Helena, rodeada de sus seres más
cercanos. Al cementerio acude Manuel, el cual le da el pésame y le
promete que esperará a que ella quiera aceptarlo como hombre. La
mujer sin embargo se siente confundida y teme a que Damián aún esté
por ahí, acechándola.
Yolanda
y Juan José han abandonado la casa en la niebla, la cual se
encuentra a la venta. Instalados en la ciudad, viven muy cerca de
Guiada y evitan a toda costa tener comunicación con Agustín, al que
no perdonan. A su vez Juan José ha decidido darse una oportunidad
con Margarita, descubriendo en ella a una chica tierna y amorosa,
capaz de todo por él, al que Tito le desea lo mejor cuando se entera
de que la chica es su novia. Hace un viaje relámpago para buscar a
Eloísa y proponerle que intenten ser una familia, pues ella está
sola y tanto él como Yolanda la necesitan. La anciana lo rechaza.
Sara
y Octavio finalmente están juntos y decididos a darse una segunda
oportunidad en el amor, gracias a los consejos de Manuel, por lo que
han comenzado una vida juntos, con la esperanza de que sus últimos
días puedan ser inolvidables, recuperando tiempo que perdieron en el
pasado.
Constanza
mantiene una relación con Aarón, quien le pide matrimonio. Ella lo
acepta y se dan un fuerte beso de amor. La chica ahora vive con
Guiada, la cual le pide que visite a Lidia en la cárcel pero la
hermana menor se niega.
Lidia
vive llena de amargura en su celda. Constantemente es molestada por
las reclusas y se le informa que tiene una visita. Se trata de
Yolanda, quien se ha apiadado de ella y le informa que las cosas al
fin vuelven a la normalidad. Le reprocha el haber causado tanto daño
para nada, si al final Esteban ni siquiera la heredó porque su
matrimonio no fue valido. Lamenta que la mujer haya acabado peor de
como la encontró su marido en el ayer, pues Esteban la conoció en
la calle, pero al final terminó en la cárcel, rodeada de escoria
como ella. Lidia no dice nada a su vieja conocida, quien le informa
que Constanza vive con Guiada y está muy enamorada de Aarón, así
como que Juan José ha sido reconocido como un Elenes. Se marcha y al
volver a su celda Lidia llora llena de rabia, maldiciéndolos a
todos.
Guiada
hace unas compras acompañada por Pilar y cree haber visto a Damián,
acechándola. Nerviosa, vuelve a casa, donde se encuentra con Manuel,
el cual la abraza y le promete que todo va a estar bien.
Agustín
habla con el teniente Terán, el cual ha seguido la pista a Damián
pero no ha podido encontrarlo. Agustín sabe que su enemigo es
fuerte, capaz y decidido, por lo que está convencido de que se
encuentra con vida. Lo que ignoran es que Damián fue agredido por
los lobos y cuando cayó al río ya había perdido una de sus pernas.
El hombre deambula por las calles, como limosnero, pidiendo caridad y
recibiendo el maltrato de la gente.
Manuel
pide a Guiada que lo deje estar con ella, hacerla feliz y vivir
juntos, sin papeles que los aten. Ella es alentada por Constanza y
Pilar, por lo que acepta al hombre y acude a cenar a casa de Sara,
quien le da la bienvenida como miembro de su familia. Los enamorados
se besan fuertemente, decididos a ser felices, dejando atrás lo
ocurrido dentro de la casa en la niebla.